30 ago 2010

REFLEXION Evangelio Semanal

Humildad en el equilibrio

P. Luis J. Tamayo

El evangelio de hoy (Lc 14 7-14) empieza diciendo que Jesús notaba como los invitados escogían los primeros puestos… Creo que esta imagen del evangelio es tan real como la vida misma… y no es algo que haya cambiado en estos 2,000 años. El corazón del hombre sigue siendo igual.

No hace mucho, comiendo en un restaurante, me fijé como llegaba una familia grande. En seguida ves quien busca el mejor sitio… los niños… el padre tuvo que decirle al hijo que se levantara, que el abuelo debía de sentarse allí. Ya desde pequeños tenemos la tendencia egoísta a buscar lo mejor para si.  Pero los adultos somos iguales, y aunque no queramos, muchas veces “se nos ve el plumero” (así decimos en castellano) es decir, que buscamos lo mejor queriendo disimular pero para los que observan desde fuera ven la verdadera intención. (Perico! Que se te ve el plumero!)

Jesús, ni corto ni perezoso, nos da una lección: «Cuando te conviden a una boda, no te sientes en el puesto principal, no sea que hayan convidado a otro de más categoría que tú; y vendrá el que os convidó a ti y al otro y te dirá: “Cédele el puesto a éste.” Entonces, avergonzado, irás a ocupar el último puesto. Al revés, cuando te conviden, vete a sentarte en el último puesto, para que, cuando venga el que te convidó, te diga: “Amigo, sube más arriba.” Entonces quedarás muy bien ante todos los comensales».

Finalmente concluye: todo el que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido.

Creo que todos tenemos la experiencia que cuando vas con la corriente, es decir, que haces lo que todo el mundo, no notas los detalles; pero cuando luchas por ir contra corriente, como pones un valor por delante, enseguida notas quien no lo sigue. Como todos los invitados iban a por los primeros sitios, entre ellos ni se daban cuenta, sin embargo, Jesús desde su búsqueda de la humildad, enseguida se percató del protagonismo de los otros.

¿Qué ejercicio espiritual nos puede ayudar para ganar en humildad?

Un ejercicio básico de espiritualidad, según muchos santos, consiste en atribuirle al Señor todo lo bueno que brota de mi interior y todo lo bueno que acontece en mi vida; y por otro lado, de todo lo malo que brota de mi corazón o de situaciones negativas convertirlo no en causa de queja, sino en un impulso que me catapulte hacia un cambio a hacerlo lo mejor posible.

Lo primero se práctica con el agradecimiento constante a Dios (oración de acción de gracias) y cuanto más constante mejor. Lo segundo se práctica con la petición de ayuda a Dios (oración de petición) para llevar a cabo los cambios necesarios en mí para mejorar. Así, cuando las cosas salen bien, ser muy agradecido con los éxitos pues no me pertenecen. Dar gracias a Dios lo sitúa todo en su debida perspectiva. Y cuando las cosas salen mal, ver mi parte de responsabilidad para la próxima vez mejorar.

A lo que dice Santa Teresa: la humildad es “andar en verdad”, yo le añadiría humildad es andar en un santo equilibrio. Por un lado, todo es de Dios, no tengo mérito alguno (que sería caer en la arrogancia). Por otro lado, todo lo negativo es una lección para crecer y mejorar, no tengo porque quedarme tampoco en la negatividad (que sería caer en la autocompasión).

Entonces, la próxima vez que me den el mejor puesto o si me llaman para protagonizar algo: “Gracias Señor, es un regalo que me reconozcan”. Sin embargo, si me dan el último puesto o no cuentan conmigo para aquello…: “también gracias Señor, pues ahora puedo probar si estoy aquí de corazón o sólo por apariencias.”

28 ago 2010

REFLECTION Sunday´s Gospel


22nd Sunday in Ordinary Time
Fr James McTavish FMVD

“Those who humble themselves will be exalted”

There is a military motto that runs “Hard to be humble”. It seems that to be humble is not in fashion. Perhaps it can help to know what it really means to be humble. The best martial artists agree for example that you should know your weak spots. True humility is connected with self-knowledge. That great fighter of spiritual battles, St Theresa of Avila, defined humility as “caminar en la verdad’ and for those of you who know Spanish will realise that it is ‘to walk in the truth’. Humility is not just to think badly of yourself, to put yourself down – these can actually be manifestations of pride! I felt a little sorry for Venus Raj, the Philippines contestant in the recent Miss Universe contest. When asked what had been her biggest mistake in life, the 22 year old replied that she had never made any ‘major, major’ mistakes. Perhaps it is true but the judges did not like it. She was criticised for being ‘proud’ but maybe she was actually being humble! Perhaps for an average 22 year old in the States it would be unthinkable to reach the grand old age of 22 without a major crisis but perhaps for the Filipina living a simple life her experience is different. What one culture would recognize as humility another culture will call pride!

So what does it mean to be humble then? In the first reading today we have the following counsel “My child, conduct your affairs with humility, and you will be loved more than a giver of gifts. Humble yourself the more, the greater you are, and you will find favor with God.” (See Sirach 3:17-18, 20, 28-29) God has a soft spot for those who are humble! Scripture tells us that God resists the proud but assists the lowly.

The Saints can help us to grow in humility. St Alphonsus Liguori, the Patron of Moral theology, gives 4 ways to remain humble. Firstly to have a horror of pride. Pride manifests in many ways such as in justifications, in premature judgments, feeling superior and thinking we are better than others. The devil has no fear of the proud. Secondly, it is necessary to guard against glorying in any good. St. Francis was accustomed to say ‘Lord! if you givest any good, watch over it; otherwise I will steal it from you!’ Thirdly we must distrust ourselves especially when we seem to grow in admiration of others or in worldly estimation with their career or studies and learning. Cardinal Bellarmine once wrote to one of his nephews saying that it is difficult for a man of learning to be humble, not to despise others, not to censure their acts, not to be full of his own opinions; he will hardly submit willingly to the judgment and correction of others. Finally it is important to accept humiliations. St. Gregory remarks, that many say with the tongue that they are sinners, that they are wicked, and deserving of every species of contempt; but they do not believe what they say, for when despised or reproved by others they are disturbed. "Many," says St. Ambrose, "have the appearance of humility, but not the virtue of humility.”

In the gospel Jesus speaks clearly “For every one who exalts himself will be humbled, but the one who humbles himself will be exalted.” He is invited to a banquet and tells the guests not to choose the best seats (as he spotted them doing this). Jesus is quite courageous to speak out! He tells them instead to choose the lower seats and await the privilege of being asked to move to better seats by the host. It is not that to sit in the better seat is necessarily wrong – just look at the way people fight to get the last remaining seat on a bus but how great that you are respected not for your seat, or position or title but because you treat others with dignity and respect. How many people thrive and survive off their reputations alone. They reminisce about who they were but don’t realize how far they have fallen. Humility is a virtue that allows one to treat others well. Look at those around you – is there a sense of belonging of family? Humility creates communion whereas pride destroys it. In taking the better seat take care that I am not saying that I am better than you. What do we have that we have not first received?

Jesus teaches the guests how to gain real merit in God’s eyes because taking the best seat is often to only seek merit in the eyes of man. Jesus tells them that if they have a banquet they should invite the poor, the crippled, the lame and the blind. These are precisely those who cannot pay back but Jesus assures that he will be the one who will repay all good deeds at the resurrection of the righteous.

22 ago 2010

REFLEXION Evangelio Semanal

"Al pan, pan y al vino, vino"
(P. Luis J. Tamayo)

Lo que más me gusta de Jesús es que es franco. El dice las cosas tal como son, no se anda con rodeos. “Al pan, pan y al vino, vino”, decimos en castellano. El Evangelio de hoy es de los más duros. La cuestión de hoy es sobre la salvación, tema que a penas le prestamos atención, y que muchas veces no se habla en la Iglesia. 
La pregunta sobre la salvación que le hacen a Jesús en este evangelio del Domingo (Lucas 13, 22-30) es una pregunta que, como decía, hoy día ha caído en desuso, es más, ha perdido todo sentido entre muchos cristianos. Siendo sinceros, muchos de nosotros nos preocupamos más por nuestro bienestar aquí durante nuestros días en la tierra que por nuestro bienestar allá en el cielo o vida eterna. Así nos lo venden en la TV… compre de todo esto para una vida cómoda… que si un colchón latex, que si estos zapatos con burbujas… cosas que son necesarias, pero nadie nos dice como prepararnos para la vida eterna.
Entre las preguntas que me hacen, pocas veces escucho la preocupación por la salvación, es decir por alcanzar la vida eterna. No hay ánimo de meter miedo, sino simplemente de no eludir una enseñanza vital del Evangelio. La verdad es que mucha gente prefiere evitar esa cuestión y el tema de la salvación lo da por supuesto… dicen: “Bueno si Dios es amor, al final a todos nos salvaremos”… mi consejo es que no lo demos por supuesto…
Si, es verdad que Dios es amor, pero no podemos olvidarnos de que en el verdadero amor, Dios, también, es justo. No es una justicia de carácter legal, como la entendemos en la sociedad, sino es una justicia de carácter personal, es decir, la autenticidad dentro de la relación entre dos partes, entre yo y Dios. ¿Que significa que Dios es justo? significa que su relación con el hombre es fiel, autentica, verdadera y regida por un amor incondicional. Desde este presupuesto se espera que la respuesta del hombre a Dios sea justa ante él, es decir, sea en fidelidad, autentica, verdadera y en amor (se dice que “amor con amor se paga”).
Para entenderlo, por ejemplo, en una competición se dan previamente las reglas del juego, y al final, se hace justicia en razón a las reglas. Si uno se salta las reglas queda descalificado… no vale decir: “Ah! Es que no lo sabía”… (pero hombre! si te dieron las reglas previamente).
Dios, en su amor incondicional, nos da las reglas de cómo prepararnos para la vida eterna. Dios nos diría: “Lo único que te pido es Amor a mi sobre todo y amor al prójimo; éstas son las únicas cuentas que te pediré al final… pero como se de tu debilidad, no me desentiendo de ti dejándote solo, sino que conociendo tu debilidad te he enviado a mi Hijo para que te enseñe el camino, te ha dado el don del Espíritu Santo para que te guíe en momentos de dificultad, te he dejado a la Virgen María para que encuentres consuelo en las caídas, y te he puesto los sacramentos para que acudas a ellos para encontrar fuerza suficiente en el camino. ¿Qué más quieres? Junto con todo esto te regalo el don de la gracia que te fortalece desde la oración: pide y hallarás." 
Dios nos lo da todo para llegar hasta la meta final. Ahora la pregunta es ¿qué hago de todos estos regalos para conseguir el fin último de la salvación?... Perdonarme que de nuevo sea un poco insidioso: basta con preguntarse ¿Cuánto tiempo le dedico al día a la TV y cuanto a Dios? Seamos honestos. Por eso dice Jesús: “Esforzaos en entrar por la puerta estrecha”, es decir, no dejarse llevar por la comodidad es la puerta estrecha. La salvación tiene un precio. San Agustín dice: "Dios que te creó sin ti, no te salvará sin ti". 
Esto es para tomarlo en serio, y aunque a mi me gusta más un Jesus que me habla de los panes y los peces o de la oveja perdida, también Jesús habla del Juicio final en varias ocasiones. Está claro que al final de la vida se nos pedirán cuentas… 
Pienso que no hablar de esto en la homilía de hoy sería engañaros… No es para meter miedo, sino es decir las cosas tal como son y por cuestión de amor… No vaya a ser que al final me ajusten las cuentas a mi y me digan: “Oye, tú, eras pastor y guía de mi gente y no les dijiste nada…”
Leamos de nuevo el Evangelio de hoy: Uno le preguntó a Jesús: - «Señor, ¿serán pocos los que se salven?» Jesús les dijo: - «Esforzaos en entrar por la puerta estrecha. Os digo que muchos intentarán entrar y no podrán.
Hagámonos la pregunta: ¿qué hago por la salvación mía y la de los demás?

19 ago 2010

REFLECTION Sunday´s Gospel


Homily for 21st Sunday C 
(Aug 22, 2010) 
Fr James McTavish, FMVD 

Enter the narrow gate while it is open!

Just minutes before the celebration of my priestly ordination was about to begin in London an old lady came up to me looking concerned. “Father, I have a question for you”. I replied that I was not yet ordained but would be happy to try to answer. “Will I get to heaven?” she asked. I said “Don’t worry about that. Instead think of how many others can you bring there.” 

A similar question is posed by a person in the gospel today “Lord, is it true that few people will be saved?” It makes us reflect on what is salvation. At times, salvation is presented as merely a certain level of well-being, having a comfortable life, money to spend, being able to travel. Perhaps even being so comfortable that salvation is considered as ‘another-world’ topic of little or no relevance for today. When we recently had a group of student visiting us in Philippines from the United Kingdom, at first they were shocked on seeing the poverty of a large depressed area near our house. But upon visiting the families there they told us that they were surprised. Why? Because they found the families so happy, the children so joyful even though they had so little. One visiting student commented that when he first saw the squatter’s area and the abject poverty he felt that help could save these people from a miserable life. But then he questioned this vision – if the children for example had money for iPods and playstations then maybe they would just end up as unhappy as many spoilt children in the developed world. 

When Jesus is asked if few will be saved he responds “Strive to enter through the narrow gate, for many, I tell you, will attempt to enter but will not be strong enough” (See Luke 13,22-30). Our salvation will not be achieved without some effort. As St Augustine said "God made us without our help but will not save us without our help.” Our salvation requires our collaboration. Jesus continues “After the master of the house has arisen and locked the door, then will you stand outside knocking and saying, ‘Lord, open the door for us.’ He will say to you in reply, ‘I do not know where you are from. And you will say, ‘We ate and drank in your company and you taught in our streets.’ Then he will say to you, ‘I do not know where you are from. Depart from me, all you evildoers!’ From this we can see that there is a window of opportunity, a time while the door is still open but after which the door will be closed. What is the door or window of opportunity if it is not this earthly life? For some, the window is very short. For a young girl named Therese only 24 years but it was enough for her to become the ‘greatest of modern Saints’, the Patroness of the missions and a Doctor of the Church. Yes, it is St Therese of Lisieux. It is not quantity of years but quality. Do we live each day with a sense of urgency, a sense that heaven is fast approaching and we should be prepared?

If we want to get in shape and spiritually fit we need to exercise otherwise ‘we will not be strong enough’ to resist temptations and distractions. Is it enough just attending mass on Sunday, at least being bodily present even if the mind is wondering and doing the shopping in Sainsbury’s or preparing the dinner later? The ones excluded from the Kingdom complained that they ate and drank in the company of the Lord and listened to his teaching. Yet they were excluded from the Kingdom and were called evil doers! In every Eucharist we eat and drink his Body and Blood and listen to his teaching but does it lead to a transformation in our lives? The Word of God needs at times to “affect and upset, through the power of the Gospel, mankind's criteria of judgment, determining values, points of interest, lines of thought, sources of inspiration and models of life, which are in contrast with the Word of God and the plan of salvation” (See Evangelii nuntiandi, 19).

Many will not be strong enough perhaps to swim against the prevailing current. Training is important to strengthen ourselves and reinforce our spiritual lives. In the reading to the Hebrews “My son, do not disdain the discipline of the Lord or lose heart when reproved by him; for whom the Lord loves, he disciplines; he scourges every son he acknowledges.” Endure your trials as discipline”(See Hebrews 12, 5-7. 11-13). Our loving Father tries to orient and correct us and lead us on the right path. What can we do to train ourselves then? For sure the first is prayer for without prayer we become too weak to resist temptations. Also we can be greatly helped too by others who share our faith and Christian values. A typical story of a person who has become lost is that they say they stopped going to Church, stopped praying and are hanging out again with the wrong crowd. 

As Christians we need to heed the words of the psalm today “Go out to all the world and tell the Good News”. Pope Paul VI asked why should modern man only be presented with falsehood and lies like the push to show sex and pornography in the media? How can a Christian be ashamed to announce Christ when so many others are not ashamed to propose sex and drugs to the world of today, even to the young and vulnerable. This happens unopposed because of the timidity of the good. Pope Paul VI poses this challenge to us “It would be useful if every Christian and every evangelizer were to pray about the following thought: men can gain salvation also in other ways, by God's mercy, even though we do not preach the Gospel to them; but as for us, can we gain salvation if through negligence or fear or shame- what St. Paul called "blushing for the Gospel" - or as a result of false ideas we fail to preach it?”

Let us stop making excuses! Let us not be afraid to be Christians in the world of today. Our salvation and that of many is at stake as Pope Pius XII reminds us “We will never meditate enough on how the salvation of many depends on the prayer and sacrifice of the few”. Let us try our best to enter the narrow gate while there is still time and bring as many as we can along with us. Amen.

15 ago 2010

La Asunción de la Santísima Virgen María

La fiesta de la Asunción: Buscando las cosas de arriba (P. Luis J. Tamayo)

“El dogma de la Asunción afirma que el cuerpo de María fue glorificado después de su muerte. En efecto, mientras para los demás hombres la resurrección de los cuerpos tendrá lugar al fin del mundo, para María la glorificación de su cuerpo se anticipó por singular privilegio” (JP II, 2-julio-97).

La Asunción es un mensaje de esperanza que nos hace pensar en la dicha de alcanzar el Cielo, la gloria de Dios y en la alegría de tener una madre que ha alcanzado la meta a la que nosotros caminamos.

En la Iglesia todos hemos oído la expresión: "Aquí estamos de paso. Nuestra meta es el cielo no la tierra…" ¿qué significa poner nuestra mirada en la meta última que es el cielo? Durante muchos años no entendía bien que quería decir, o pensaba como si todo lo de la tierra tuviera encerrado el diablo… "no hagas esto, no a lo otro, etc." Gracias a Dios que con el tiempo he ido descubriendo que el problema no está en las cosas sino en el uso que yo hago de las cosas, el problema está en mi actitud. Lo que hace que una cosa pase de ser buena a ser diabólica es mi actitud, no la cosa en sí.

Por ejemplo: el ordenador puede ser un instrumento de trabajo o un instrumento de adicciones. La moda puede ser un instrumento en función de mi bienestar, en invierno necesito abrigarme… o puede llegar a ser una enfermedad compulsiva de gasto.

¿Cómo educo mi actitud frente a las cosas?

Dos ejemplos: 1) este verano en los Picos de Europa tomé un guía que ofrecía la comarca para subir a una cima. A las 9am estaba en el lugar de encuentro. Solo estaba el guía, su hijo de 6 añitos y yo. Empezamos la marcha. Tres horas de subida. En un lado de la montaña estaban los restos de una antigua mina cerrada en 1911. El niño al ver tanto mineral esparcido por el suelo sacó su bolsita y empezó a coger piedras ‘preciosas’, y le dice a su padre: “Mira papá, para una colección”. El padre le mira y le dice: “déja todas las piedras y sólo coge una. El mejor lugar donde pueden estar es aquí, déjalas que siempre que regreses las encontrarás aquí. A demás, la avaricia mata al hombre”. Esta última sentencia se me quedó clavada. Esas pocas palabras fueron una lección magistral para educar una actitud frente a la vida. Es verdad, nos pasamos la vida recogiendo, coleccionando, guardando, esto por si acaso… Cuando marché a Filipinas en 1999, llevaba una mochila y una maletita… 8 años después cuando regresé traía un maletón y dos cajas… somos así… que si libros, que si un regalo…

2) El otro día hablaba con un hombre de películas; le dije que iba a estar aquí en Madrid este mes de agosto, y que si tenía alguna película que me la dejara para ver. Ayer me trajo 5 películas y me dice, no hay prisa en devolvérmelas, a demás estas películas no son mías, son tuyas y de quien las necesite. Su desapego me pareció admirable.

San Pablo dice: "Aspirad a las cosas e arriba, no a las de la tierra" (ver Colosenses 3,1-20) Es la invitación de María a vivir con ella este misterio de dejar que Dios nos vaya elevando al cielo, como ella vivió finalmente el misterio de ser llevada al cielo. Una fácil forma de entenderlo es ver como un corazón materialista se hace pesado y no se desapega de las cosas terrenas – es como la imagen del cohete que le cuesta despegar por su peso... y sólo es que poco a poco, cuando se desprende del peso, que se va elevando. El corazón que cultiva lo espiritual poco a poco se va desapegando de las cosas de aquí abajo y va buscando las de arriba. ¿Cuales son las cosas de arriba? las de siempre, las que no pasan, las perennes, las inmortales, las que dan vida y alegría. 

¿Qué lecciones aprendí de esas experiencias? generosidad, desprendimiento, y abundancia en el corazón (las cosas de arriba…). Te das cuenta como cuando una persona va teniendo el corazón lleno de Dios, no necesita llenarlo de cosas, y si las tiene puede vivir sin estar apegado a ellas. María, por supuesto que tuvo que vivir en la tierra haciendo uso de las cosas de la tierra, pero su corazón estaba lleno de Dios, por eso la llamamos llena de gracia, llena de Dios. 

14 ago 2010

REFLECTION Sunday´s Gospel


Homily for 20th Sunday C
(Aug 15, 2010)

Fr James McTavish, FMVD

God assumed Mary all her life!

Some very famous battles have been fought in the desert. You only have to think of the battle of Al-Alamein in World War II, when Montgomery out manoeuvred Rommel in the desert of North Africa to gain a decisive victory for the Allies against the Germans. In the first reading of today there is another battle in the desert – ‘a woman clothed with the sun, with the moon under her feet, and on her head a crown of twelve stars. She was with child and wailed aloud in pain as she labored to give birth’ against the ‘a huge red dragon, with seven heads and ten horns, and on its heads were seven diadems. Its tail swept away a third of the stars in the sky and hurled them down to the earth’ (See Revelations 11:19a; 12:1-6a, 10ab). The dragon stood before the woman to devour her child when she gave birth. The Word of God tells us “The woman herself fled into the desert where she had a place prepared by God”. God took care of her in the desert. Where is the safest place when we feel under attack? The desert of prayer and silence!

Today the Church celebrates the Feast of the Assumption, recognizing that Mother Mary was taken up to heaven body and soul. In 1950, Pope Pius XII taught infallibly (in "Munificentissimus Deus"): "Mary, having completed the course of her earthly life, was assumed body and soul to heavenly glory." For this reason we see in the first reading the symbolism of the battle between Mary and the devil, and God assumes the lowliness of the woman and takes care of her in the desert. One way of understanding the feast of today is that God assumed Mary not only at the end of her life but all the way through it!

It is wonderful to feel that God is assuming all your situations and helping you to live them better. This week we have been very busy in the mission – including conducting a retreat to a group of seminarians, giving classes in Moral theology, and visiting some Sisters of Charity and having a formation about prayer with them. How reassuring to feel that God is the one empowering you, giving you strength and supporting you! This was the experience of Mary in her life. She sang the Magnificat and thanked God ‘My soul proclaims the greatness of the Lord; my spirit rejoices in God my Savior for he has looked with favor on his lowly servant.’ I was praying and reflecting why Mary said this. Why did she call God a Saviour is she did not sin, what was she being saved from? Mary felt that God assumed her littleness! She lived from his power and in the annunciation had been promised that the power of the Most High would overshadow her. She lived from God’s power and not merely from her own. She said ‘He has shown the power of his arm, and scattered the proud in their conceit’ (See Luke 1, 39-56). Ask yourself, do you live from your own power or from God’s?

There is a story of an old man who lived in the mountainside and one day the local electricity company decided to visit him. The engineer came, carrying a backpack, after hiking for 6 hours over rugged hills. He arrived at the house to find the owner huddled round one solitary candle. He told the old man that they would fix up electricity and it was duly installed. Six months later the engineer came upon the electricity bill – only 50 pesos. He was surprised until again six months later, 50 pesos again. He went to investigate. He arrived at the house and the old man invited him in. Dusk was falling so the old man said “We need some light, wait a minute I just need to find the matches”. He turned on the electric light, found the matches, lit the candle and turned off the electric light. The engineer then understood why the bill was so little! The same can happen to us, having a great source of power in us and yet we live only from the little candle. This happens when we try to assume all the situations ourselves, along with all the worries. Perhaps looking at our lives people would not really believe that God exists, or if he does we don’t rely on him so much. That is why the Church is aware that at times people are atheist because of a poor testimony of so many Christians.

Mary in her littleness experienced God working so much and she had so much trust in him. That is why she declared ‘He has lifted up the lowly, he has come to the help of Israel his servant’. If we are not humble we cannot experience God’s mighty hand because God resists the proud and lifts up the lowly. In humble prayer, in the silence of the desert of listening to the Word of God, we can really experience God assuming our lives and all the situations.

The feast of the Assumption of the Blessed Virgin Mary also reminds us of our heavenly homeland. The responsorial Psalm today is “the queen takes her place at your right hand in gold of Ophir” (Psalm 45). It reminds us that Mary, being assumed into heaven, sits in heavenly glory. Not only does Mary help us on our way, but as our Mother she reminds us of our heavenly destiny. Reflecting on Mary's Assumption, Benedict XVI, said: "By contemplating Mary in heavenly glory, we understand that the earth is not the definitive homeland for us either, and that if we live with our gaze fixed on eternal goods we will one day share in this same glory and the earth will become more beautiful. Consequently, we must not lose our serenity and peace even amid the thousands of daily difficulties. The luminous sign of Our Lady taken up into Heaven shines out even more brightly when sad shadows of suffering and violence seem to loom on the horizon. We may be sure of it: from on high, Mary follows our footsteps with gentle concern, dispels the gloom in moments of darkness and distress, reassures us with her motherly hand. Supported by awareness of this, let us continue confidently on our path of Christian commitment wherever Providence may lead us. Let us forge ahead in our lives under Mary's guidance." (Aug 16, 2006)

Let us forge ahead in our lives undaunted by the challenges. Like Mary, heading into the hill country. How? In haste! The greek word for haste is spoude, which means bubbling or boiling. Mary was boiling with enthusiasm. Let us ask for her same enthusiasm, trusting more in God’s power than in our own and like Mary letting the Mighty God assume us especially in our littleness.

8 ago 2010

REFLEXION Evangelio Semanal

El fiel administrador

(P. Luis J. Tamayo)

Lucas nos presenta tres parábolas para iluminar precisamente la actitud correcta con la que debemos vivir a la espera de la venida del Señor:

        La primera parábola (Lc 12, 35-38) es la del patrón que regresa de la boda ya muy entrada la noche y, viendo a sus siervos atentos y vigilantes, se ofrece lleno de amor a preparar la mesa para ellos, “se pondrá el delantal, los hará sentarse a la mesa y se pondrá a servirlos” (v. 37). Sólo quien viva vigilante, despierto, es decir, quien viva en forma consciente y coherente con la palabra del evangelio, podrá entrar en comunión con el gozo y la gloria de Cristo.

            La segunda parábola (Lc 12,39-40) es la del ladrón que sorpresivamente irrumpe en la casa, la asalta y se lleva consigo todos los bienes que encuentra. Aquí el acento está puesto en lo inesperado y sorpresivo que resulta cualquier tipo de robo o rapiña. Así irrumpe Dios en la historia de los hombres, así volverá un día el Señor. La consecuencia práctica es clara: “Por tanto, vosotros estad preparados, porque a la hora que menos penséis vendrá el Hijo del hombre”.

            La tercera parábola (Lc 12,42-48) es la del administrador fiel y sabio que cuando llega su patrón “lo encuentra haciendo lo que debe” (v. 43), es decir lo que le fue encomendado. La parábola concentra toda la misión recibida del administrador en el servicio que debe prestar a todos los otros siervos: “Su señor lo colocó al frente de su servidumbre para distribuir a su debido tiempo la ración de trigo” (v. 42). El error del administrador sería pensar: “Mi señor tarda en venir” (v. 45a) y descuidar la tarea que le fue asignada.

Detrás de la parábola también está el problema que tuvo que afrontar la comunidad de Lucas, que después de vivir por cierto tiempo en forma excesiva y deformada la espera inminente del Señor, estaba cayendo en una especie de frialdad y de indiferencia, pensando a un eventual “luego”, con el cual esquivaban el compromiso concreto del presente.

La prontitud y la vigilancia, subrayada varias veces en el evangelio de este domingo, es una actitud que supone una forma de vida que en la espera de la venida del Señor no excluye el compromiso concreto de vivir presente. Para ello uno necesita examinarse. El frecuente examen de conciencia es la mejor forma de vigilancia.

¿Somos servidores fieles?
Hoy está de moda “relajar el modelo de vida”, al parecer eso es lo que nos quieren vender, esa forma de pensar: “da igual como vivas que nunca pasa nada”. Poca gente se cuestiona como vive, o que modelo de vida sigue. El problema que veo es que muchas veces no hay un modelo claro de vida cristiana, de espiritualidad. Es decir de cómo vivir cristianamente.

Hablando con una madre me contaba que su hijo tiene bien claro las normas de conducta para comportarse en sociedad. Salían para una boda, y al tomar el ascensor la madre ve que su adolescente llevaba jeans, camisa por fuera y zapatillas de deporte. Ella le hizo regresar a su habitación y cambiarse: pantalones, camisa por dentro y zapatos. “Son normas de comportamiento”, me decía. Insistía, ahora que es verano, no me gusta que mi hijo vaya a Misa en bañador.  Hay unas normas claras de conductas que las asimilamos y se hacen parte de un modelo de vida. Pero a nivel espiritual, esto no está tan claro entre los cristianos. Que tenemos que ir a misa todos los domingos y fiestas de guardar… esta más o menos claro… pero no pidamos más.

Un señor se acercó a confesar y me dice: “Padre, no se que decir… la verdad es que yo no robo, yo no he matado a nadie, yo vengo a misa todos los domingos… No tengo ninguna falta…” Este es un modelo de vida cristiana que se mantiene en los mínimos… Pero una vida fiel al Señor, no está en los mínimos, sino que es aquella que está despierta ante los detalles más pequeños de amor hacia los demás, atento a las faltas, y omisiones… la atención y el examen nos ayudará ser coherentes en todo momento.

Por otro lado, también hay que decir que Lucas está pensando probablemente en los dirigentes de la comunidad, los cuales pueden caer en la tentación del autoritarismo, la búsqueda de sus propios intereses y la inmoralidad (v. 45b). Jesús hace notar la gravedad del caso, tratándose de dirigentes de la comunidad cristiana, es decir, de personas que han recibido una misión de responsabilidad pastoral frente a sus hermanos, “pues “a quien se le dio mucho, se le exigirá mucho; y a quien se le confió mucho, se le pedirá más” (Lc 12,48).

7 ago 2010

REFLECTION Sunday´s Gospel

19th Sunday of the Year C (Aug 8, 2010)

Fr James McTavish, FMVD

Be prepared!

In a job interview three candidates were asked what is the most hopeful thing that could be said about them at their funeral. The first said that he was a great guy, the second that he was not just a great guy but the company really did well after they took him on, the shares rocketed and branches were opened up all over the world. The third upon reflecting on the most hopeful thing he would like to hear at his funeral said “Oh my God, look! His toes. They’re moving, he’s alive!” Hope is essential for us. What are you hoping for? In the letter to the Hebrews the author writes “Only faith can guarantee the blessings that we hope for.” (See Heb 11, 1ff). Faith and hope are linked as two intertwined virtues. In the faith and hope hall of fame one name is outstanding, that of Abraham. It was by faith that Abraham obeyed the call to set out for a country, and that he set out without knowing where he was going - “He went out, not knowing where he was to go. By faith he sojourned in the promised land as in a foreign country,” (See Heb 11,8ff).

We have so many witnesses ahead of us who were full of faith, hope and charity like the African slave Bakhita, mentioned by Pope Benedict XVI in his encyclical Spe salvi, on Christian hope. She was sold into a life of slavery and was beaten until she was scarred by her cruel masters. She was introduced to the Christian faith and discovered Christ, her true loving master who also endured so much to declare his love for her. She found the great hope which could sustain her life in all situations, the love of Christ - “I am definitively loved and whatever happens to me—I am awaited by this Love. And so my life is good.” Love gives hope and this love insired Bakhita to forgive her persecutors. Bakhita became a Canossian sister and later Saint Bakhita.
That love can give hope even beyond death and suffering is well attested in a prayer of an inmate found in the dreaded German concentration camp at Ravensburg at the end of World War II “Oh Lord, remember not only men and women of good will but also those of ill will. But do not remember all the suffering they have inflicted upon us; remember the fruits we have received, thanks to this suffering, our comradeship, our loyalty, our humility, our courage, our generosity, the greatness of heart which has grown out of all this, and when they come to judgment, let all the fruits which we have borne, be their forgiveness”.

What can be a measure of our faith? Do we have a lively faith? Abraham was a man of faith and his faith bore fruit such that he had more descendants than the stars in the sky or grains of sand on the seashore. Jesus in the gospel reminds his disciples to be faithful, to be vigilant and filled with faith. He encourages them to be watchful like servants waiting for the master to return at an hour they do not expect. “You also must be prepared, for at an hour you do not expect, the Son of Man will come.” (See Luke 12, 35-40). I remember preparing for my ordination as deacon in Rome. A Cardinal who was to ordain me asked to visit our house to speak to me. We did not know when he would visit until one evening the bell rang. Thankfully our house was tidy and in order! But it is not a Cardinal who will be visiting but the Son of Man! How great to be ready to receive him. Jesus himself said “Blessed are those servants whom the master finds vigilant on his arrival.”

What does this watching involve? Cardinal John Henry Newman wrote “They watch for Christ who are sensitive, eager, apprehensive in mind, Who are awake, alive, quick-sighted, zealous in honoring him, Who look for him in all that happens, And who would not be surprised, Who would not be over-agitated or overwhelmed, If they found that he was coming at once. This then is to watch: to be detached from what is present, And to live in what is unseen; To live in the thought of Christ as he came once, And as he will come again; to desire his second coming, From our affectionate and grateful remembrance of his first."

As members of the Church we must keep a watchful eye on the signs of the times, on the situation of those who are in need, of those who suffer the most. Part of being vigilant is to be able to respond to what we see. Outside our house are 3 settlements of homeless people with over 60,000 families living in challenging conditions. We have been enjoying so much getting to know these people little by little, visiting their homes and sharing with them. This Saturday we had our first rosary of the Word, praying with the people, getting to know them. It is wonderful to reach out to others, to be able to share together and trying to help the people. This is the Christian way.

A common attitude to the poor proposed by some is simply to reduce their numbers by whatever means – the usual approach of those fooled by the “population bomb” and “too many mouths to feed” arguments (If you want evidence that overpopulation is likely just a myth just visit ‘www.pop.com’ and read for yourself.) A human person is never just “another mouth to feed” but is a person created in the image and likeness of God. Pope John Paul II lamented that many aid organizations and NGO’s would be much better off using their money to institute good social policies rather than to just give contraceptives (See Evangelium vitae, no. 16) Why should they have such an anti-life policy? The root reason for these ideologies is the lack of God’s love in the heart of man (See Familiaris consortio, no.30).

Let us be vigilant watchmen and women in the world of today. Let us ask for the grace to stay awake and be faithful, hoping in the strength that God’s grace provides us. And may we always be prepared to respond when the challenges come. Amen.

6 ago 2010

Novena de la Asunción de la Santísima Virgen María - 15 de agosto




El dogma de la Asunción: “Pronunciamos, declaramos y definimos ser Dogma definitivamente revelado que la Inmaculada Madre de Dios, siempre Virgen María, terminado el curso de su vida terrestre fue asunta en cuerpo y alma a la gloria celestial” (Papa Pio XII, 1 Noviembre 1950)

Día primero (Agosto 6):

Oh, María sin pecado concebida!
la más Preciosa Niña,  Reina de las Maravillas.  
Regálame en este día,
hacerme pequeñito,
y siempre ser tu verdadero hijo,
para llegar algún día al Dios de la Vida.
Amén. 

(Rezar un
Padrenuestro,  Ave María y Gloria cada día)

Día segundo (Agosto 7):

María, princesa desde niña,
sobre la tierra sería ya nuestra guía
y en Tí resplandecería
el cumplimiento de las profecías.
Oh! mi dulce compañía,
guía a este siervo pequeñito,
que nada sería si en él no estaría
la Luz Divina.  
Amén.  
 


Día tercero (Agosto 8): 

Vaso purísimo!, Estrella mía!
que hilabas en tu Seno, como Virgen Inmaculada,
al Dios que amabas,
que por Él suspirabas
y que brillaba, en una Niña Casta
que se esposaba como Inmaculada.
Haz que la pureza en mí resplandezca
y que inunde toda la tierra que parece desierta.
Amén.  



Día cuarto (Agosto 9): 
Oh, María! del mismo Dios alegría.
Oh, María! a la que el ángel saludaría
y le confiaría la más hermosa noticia,
que en Tí viviría el Dios de la Vida,
el Mesías esperado,
ya anunciado y por los corazones anhelado.
Oh, Lirio Perfumado! por el Señor siempre Santo!
haced que digamos siempre "Sí" y vivamos para Tí,
pues el Buen Dios a Tí nos dió
y desde la Encarnación te señaló
como Corredentora para nos.  
Amén.  



Día quinto (Agosto 10):  
Madre mía, bella María!
que en tus brazos acunarías,
al Sol que iluminaría nuestras pobres vidas.
Oh, María! cuyos ojos mirarían
con dulzura infinita al Niño que padecería
y nos redimiría en la Cruz un día.  
Haz que seamos mansos y humildes de corazón
como lo fue siempre Nuestro Señor.
Amén. 



Día sexto (Agosto 11): 
Oh, Madre de Redención!
cáliz de amor!
llévanos al Salvador,
misterio de alegría en el corazón
y en el que palpita la alabanza al Padre Creador.
Haz que la esperanza inunde nuestra alma,
pues es nuestro Dios, escudo de Salvación,
quien es nuestra protección
ya que con Su Sangre nos cubrió
y nos enseñó lo que es el verdadero amor.
Amén.  
   
 


Día séptimo (Agosto 12):  
Oh, María!, Señora mía!
enséñame en este día,
lo que la caridad sería,
para llegar algún día
a la Tierra Prometida!.
Oh, María!, Rosa Castísima!
muéstrame el camino de la verdad
para que llegue a la santidad
Amén.  
 
    


Día octavo (Agosto 13): 
Oh, María!, Auxiliadora mia!
haced que el Espíritu Santo,
sea derramado
en esta pobre vasija de barro
y que sea por Él llenada
para purificarla y habitarla,
labrándola a tu semejanza.
Amén.

Día noveno (Agosto 14): Oh, Amadísima! oh, Madre mía!
oh, Virgen María! 
a la que los ángeles subirían al Cielo con singular alegría.
Oh María, pináculo de amor!.
Oh, María! reina hoy en cada corazón, dándonos tu Inmaculado Corazón,
como Reina del Cielo y la tierra que sos!.
Oh, María, postrado ante Vos, sólo tuyo soy, como esclavo de amor.
Amén.

3 ago 2010

REFLEXION Evangelio Semanal

En España estamos en pleno verano, el mes de agosto es cogido por muchos como el mes de vacaciones. Yo, sin embargo, para poder distribuirnos el tiempo de descanso con los otros sacerdotes de la parroquia cogí los días de descanso durante el mes de julio. Este mes de agosto vuelvo de nuevo a estar al frente de la parroquia, aunque quedemos pocos en el barrio.

Me gustaría hacer una lectura del Evangelio de hoy a la luz del tiempo de verano y las vacaciones que muchos se cogen en este tiempo. La pregunta que planteo es: ¿Cómo sacar buen provecho, como cristiano, de un tiempo de descanso? ¿Cómo vivir las vacaciones y el descanso como cristianos?  

Estos días de descanso, hacia la reflexión de cómo sacarle mejor provecho al descanso para que de sus frutos en mi. Lo primero que se nos ocurre es lo mismo que hoy se dice en el Evangelio: “túmbate, come bebe y date buena vida(Lc 12, 13-21). Es verdad que el tiempo de descanso es necesario, desconectar mentalmente de las obligaciones profesionales, de las preocupaciones del oficio; cambiar de aires, visitar otra ciudad. También es necesario el descanso físico, dormir bien, hacer algo de deporte, pasear o simplemente aprovechar a sentarse en la sombra con un buen par de libros… todo esto uno lo puede llamar el darse “buena vida”.

Pero yo quiero plantear una dimensión más profunda del descanso… el verdadero descanso se da no sólo en lo físico o mental, sino en el corazón, en la dimensión espiritual. Y si para lo primero se pide que uno cese toda actividad para el descanso, sin embargo para el descanso del espíritu uno necesita ponerse en acción.

Benedicto XVI decía en estas fechas, que precisamente las vacaciones pueden ser un tiempo maravilloso para activar la vida espiritual de una forma más consciente, puesto que durante el año nos encontramos mucho más atareados.  Las vacaciones no son para desconectar de Dios… como si le digésemos: “me voy de vacaciones y nos vemos en septiembre…” Las vacaciones son un tiempo favorable el desacelere.

Para alcanzar un verdadero descanso, en toda su profundidad, es necesario el descanso físico y mental, pero sin embargo es necesario el “ejercicio” en la vida del espíritu… se hace necesario el ejercicio de la oración, de la lectura, de la reflexión, de participar de los sacramentos… incluso la eucaristía diaria.