30 nov 2008

30-11 1º Domingo de Adviento


"Vivir despiertos!" P. Luis Tamayo

Las primeras generaciones cristianas vivían esperando la segunda venida de Jesús. Vivían tan atraídos por él que querían encontrarse de nuevo cuanto antes. Los problemas empezaron cuando vieron que el tiempo pasaba y la venida del Señor se demoraba. Pronto se dieron cuenta de que esta tardanza encerraba un gran peligro para su fe, se podía apagar el primer ardor. Con el tiempo, aquellas pequeñas comunidades podían caer poco a poco en la indiferencia y el olvido. Les preocupaba una cosa: «Que, al llegar, Cristo no nos encuentre dormidos».

La vigilancia se convirtió en la palabra clave. Jesús lo repite en los evangelios constantemente. Según Marcos, este deseo de Jesús no es sólo para los discípulos de entonces que le escuchaban sino que es el deseo de Jesús para todos sus seguidores de todos los tiempos. Así estas palabras nos las dirige hoy a nosotros: «vigilad», «estad alerta», «vivid despiertos». 

Han pasado veinte siglos de cristianismo. ¿Qué ha sido del deseo de Jesús? ¿Cómo vivimos los cristianos de hoy? ¿Seguimos despiertos? ¿Se mantiene viva nuestra fe o se ha ido apagando en la indiferencia y la mediocridad? ¿Sentimos la necesidad de sacudirnos y echar a un lado la apatía y dejadez? ¿Vemos la necesidad de dejar de practicar una fe por inercia o con desgana? ¿Por qué no reavivar una fe humilde y limpia que alguna vez ya hemos experimentado?

Una vez hablé con una señora que me dijo que iba a misa por que no tenía nada que hacer en casa… o cuantos otros te dicen: “no se… porque por que toca”, pero no hay una verdadera y fresca motivación del corazón. Yo me pregunto: ¿Nos damos cuenta de que una Iglesia «dormida» a la que Jesucristo no seduce ni toca el corazón, es una Iglesia sin futuro, que se irá apagando y envejeciendo por falta de vida?

Jesús, en el evangelio de hoy nos invita a preguntarnos ¿Qué es vivir despierto? Intento responder a esta pregunta desde algunos ejemplos que se me ocurren para hacerlo concreto.

“Vivir despiertos” significa levantarse por las mañanas y dar gracias a Dios de corazón por el descanso, por un nuevo día, por las fuerzas restauradas para seguir trabajando.

Yo mismo tengo un propósito hecho de no salir de casa cada día sin haber hecho un rato de oración, de haber tenido un tiempo de silencio, de conversación con mi Dios. Así como decía Santa Teresa de Jesús: “Orar es estar muchos ratos y a solas con aquel que sabemos nos ama”.

“Vivir despiertos” significa que hay momentos al día donde mi pensamiento se lo lleva Dios, y no sólo para quejarme, sino por que siento su compañía y necesito de su consejo.

Mi amiga Isabel, una mujer de fe, nos decía el otro día que en su entrevista de trabajo era como si llevara dos conversaciones. Por un lado con el señor con quien hacía la entrevista; y por otro en el interior de su corazón con Jesús, a quien le decía : “Señor mira a ver si me conviene este trabajo, ayúdame”.

“Vivir despiertos” significa sentir que trabajo por amor, para sostener a mi familia. Significa que uno siente en su vida qué es amar y compartir, pues sólo quien ama vive intensamente, pues está despierto a lo esencial. 

Me contaba el otro día una persona que vive cada día con el propósito explícito de hacer un acto de amor consciente. Es alguien que quiere vivir su fe de forma despierta, pues  muchas veces nuestro darnos a los demás puede ser espontáneo, pero se nos puede pasar desapercibido, por eso ese ser consciente, al menos, de un acto de amor.

«Vivir despiertos» significa despertar nuestra fe. Buscar a Dios en la vida e intuirlo muy cerca de cada persona. Vivir, no sólo de nuestros pequeños proyectos, sino atentos al proyectos de Dios.

No hay comentarios: