30 may 2010

Santísima Trinidad - REFLEXION Evangelio Semanal


El deseo de Dios es estar cerca de cada hombre
(P. Luis Tamayo)

Pr 8,31 Mi delicia es estar en junto a los hombres
Recuerdo cuando por primera vez marché de misiones a Filipinas. Mis padres vinieron a despedirse al aeropuerto. Mi madre se emocionó y en ese instante yo intuí que el corazón de una madre es querer estar cerca de sus hijos. Así es el deseo paterno de Dios, es el deseo apasionado, ardoroso de querer estar junto a cada hijo suyo.

Pero así como la persona que más me puede querer no puede estar siempre físicamente presente junto a mí, por las mismas distancias, Dios en su maravilloso amor lo ha hecho posible.  Dios ha querido estar con cada hombre en una unión inseparable, que perdure por siempre, incondicional, que nada la rompa, en una unión a la altura de Dios, es decir, una unión eterna.

Mt 6,6 Entra en tu habitación, cierra la puerta y habla a tu Padre que está en lo secreto. Dios ha venido a habitar el interior de cada persona. Por el Bautismo lo humanamente imposible se hace realidad. Por el bautismo el don del ES, y con él la Santísima Trinidad, vienen a habitar el corazón de cada hombre.

San Agustín así lo descubrió: Tanto tiempo por fuera te busqué, hasta que te hallé dentro de mí; más intimo que a mí mismo.

Cada uno de nosotros somos Templo de la Santísima Trinidad. San Pablo se lo recordará a los Corintios: (1 Co 6,19) ¿No sabéis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo que habéis recibido de Dios y que habita en vuestro cuerpo? 

A veces hay personas que te dice: “Padre, rece por mí que usted está más cerca de Dios…” y yo tengo que contestar: “pero si Dios está en ti, muy dentro de tí…”

En nuestro interior está la presencia de las tres Divinas Personas: Padre, Hijo y Espíritu Santo. Es lo que siempre hemos anhelado, la compañía, el cariño, la conversación. ¿Por qué crees que la gran enfermedad del hombre es la soledad? Por que fuimos creados para vivir en intima relación y el mundo nos ha hecho olvidar esta gran realidad. Descubreló!!! Hablalés!!!

Esto es como las Cuevas del Drack en Mallorca. Por fuera no se ve nada, solo un campo, pero por dentro se encuentra una de las grandes maravillas del mundo, lo llaman la "catedral natural": lagos de aguas cristalinas, estalactitas, estalagmitas, bóvedas naturales de rocas, colores por los sedimentos de miles de años… ¿Quién iba a saber que ese tesoro estaba ahí dentro? 

Nos hemos acostumbrado a una religión de cumplimiento… y nos olvidamos de lo más esencial: La Santísima Trinidad te habita! Reconocelos en tu interior! Oh dulce huesped del alma!

Lo que todos descubrimos tarde o temprano es que otra persona no puede impedir que yo me sienta solo; ya puede ser mi marido, mi mujer, los nietos, mis padres… este es el engaño que hemos vivido siempre: creer que solamente otra persona puede llenar este vacío dentro de nosotros. De aquí el error de muchos matrimonios que se casan para llenar la soledad y no para darse al otro cónyuge. Luego nos pasamos la vida reclamando: si fuera más atento, si me escuchara más, si me tomaran en cuenta, si estuvieran conmigo… no me sentiría solo. Pero la verdad es que a pesar de haber sido satisfechas todas estas condiciones, otra vez volvemos a sentirnos solos.

La clave está en dejar de esperar que otros satisfagan todas mis necesidades, y entender esta verdad de la habitación de la Trinidad en nuestro interior. Esto es lo único que puede hacer que mi vacío interior si se alivie… solo necesito dejar de exigir que los demás llenen mi vacío y empezar a acostumbrarme a dialogar con las tres Divinas Personas, invertir tiempo en acostumbrarme a su presencia. Siempre están ahí, preguntaté: ¿sólo acudo a ellos cuando tengo necesidad?; Vamos a pedirles la gracia de vivir en su presencia en una relación de agradecimiento.

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