Solemnidad de Cristo Rey.
(P. Luis J. Tamayo)
No se que os viene a la mente cuando escuchamos el nombre de la fiesta de “Cristo Rey”. Sinceramente si uno no profundiza e intenta entender las cosas, el mismo nombre nos suena hasta anacrónico.
La fiesta de Cristo Rey fue instaurada por el Papa Pío XI el 11 de Marzo de 1925. Quizás en ese tiempo la figura del Rey como soberano de un país tenía su sentido. Hoy día, que se pone tanto en cuestión no solo la figura del Rey – pues su papel de gobierno es mínimo – sino también cualquier figura de autoridad, ahora lo que nos faltaba a la Iglesia era poner a Jesús como Rey con cetro, capa y corona.
Por ejemplo, yo me pregunto como presentar a Cristo como Rey a la juventud de hoy, a la mentalidad de hoy. A estos chavales que crecen en un mundo muy crítico, que van perdiendo el sentido de respeto a la autoridad, y para los que la figura de un rey tiene que ver más con Kaka o Ronaldo como – rey del futbol – o Michel Jackson como – rey del pop –.
¿Cómo entender hoy la fiesta de Cristo Rey?
Intelectualmente puedo explicaros que es un Rey y aplicar este concepto a la persona de Jesús. Pero no quiero que sea esto el propósito de nuestra reflexión. Una persona solo entenderá el verdadero significado de Cristo como Rey si desde la experiencia de vida – realmente – le va dejando ser dueño y señor de su corazón y sus decisiones.
¿Ejemplos? Hay muchos testimonios de personas que dejan a Jesús ser Rey y Señor de sus vidas como el acto más inteligente. Sabemos de una mujer embarazada cuya salud corría peligro si daba a luz y, a pesar de las dificultades, de ratos a solas con Jesús orando con su marido ambos deciden que ella de a luz. Ella decía que esta no era sólo una opción por la vida, sino una opción por dejar a Dios reinar en sus vidas.
Conozco en Roma a una familia con 5 hijos que, después de mucha oración en familia, deciden adoptar un niño abandonado deficiente. Es una familia que dice que experimenta tanto amor de Dios que ven su familia como lugar privilegiado para que ese niño también lo experimente.
Acompañé espiritualmente a un chaval de 17 años, quien me contaba que en un examen tuvo la mala suerte de que le preguntaran lo que poco había estudiado, y cuando otros compañeros copiaban, el sentía por dentro que Jesús le invitaba a ser honesto. La alegría que sintió no fue por el suspenso, que algo le dolió, sino por que estaba limpio y Jesús le ayudó a ser honesto.
En tantos ejemplos vemos como muchos de nosotros intentamos escuchar a Jesús en las distintas decisiones que vamos tomando en la vida.
Jesús es Rey en la vida de alguien cuando tiene algo que decir, cuando tiene una voz. Cuando tiene opinión. Cuando es alguien vivo. Cuando uno decide darle las riendas de la vida a Jesús, no como perdida de la libertad – como si de un servilismo se tratara – sino como el testimonio de una total libertad. San Pablo dirá “Yo se de quien me he fiado”, ¿cómo no poner mi vida en tus manos?. Si yo se que Dios solo desea lo mejor para mi ¿cómo no soltar las riendas y poner mi vida y voluntad al querer de su voluntad?
Pero cuando intuyes que hay un gran bien en seguir una intuición interior que sabes que es de Dios… y no lo haces… te puede el egoísmo, te puede la codicia, y te distancias de Dios… Entonces Cristo está en tu mente, pero no puedes decir que es Rey de tu vida. Santa Teresa: No hay mayor cruz que no coger la cruz. No dejarle llevar las riendas de mi vida al final nos hace más daño.
Así es la sabiduría de la Iglesia que sabiendo que para el hombre no es fácil discernir la voz de Dios y su voluntad… los grandes maestros de espiritualidad siempre se dejaron guiar por la “Dirección espiritual”… hoy lo llama la Iglesia “acompañamiento espiritual o consejo”…
Cristo llega a ser Rey no porque tiene un título sino por que guiado por Él me lleva a experimentar la alegría de su reinado en mi corazón, su reino no es un lugar… su reino es la experiencia de paz, amor, consuelo, bondad, compasión, y no solo para mi sino desde mi para los demás.
Oración: Jesús, dame luz en el entendimiento y fuerza en la voluntad... pues aunque quiero no está en mis manos dejarte ser Rey de mi vida?
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