Marcos 14, 12-16. 22-26:
Mientras comían, Jesús tomó un pan,
pronunció la bendición, lo partió y se lo dio, diciendo: «Tomad, esto es mi
cuerpo.»
Cogiendo una copa, pronunció la acción de gracias, se la dio, y todos
bebieron. Y les dijo: «Ésta es mi sangre, sangre de la alianza, derramada por
todos. Os aseguro que no volveré a beber del fruto de la vid hasta el día que
beba el vino nuevo en el reino de Dios.»
La Eucaristía abre para
nosotros una Nueva Alianza. Jesús lo dice: “Esta es la sangre de la
Nueva Alianza…” Es una nueva Alianza.
El
Dios del Antiguo Testamento firmó con el pueblo de Israel una Alianza de amor
eterno, la firma con la sangre del cordero que cada año tenían que matar y así
recordar el Pacto de amor de Dios con su pueblo.
Ahora,
en nuestros tiempos, Dios en Jesús, firma una Alianza de amor incondicional y
eterno pero ya no con la sangre de un cordero, sino que la sangre del único cordero
que es Cristo. Es un único sacrificio valido para siempre. El era el cordero,
que en un solo sacrificio se hizo válido para siempre y por todos los tiempos.
Los
judíos matan cada año un cordero distinto para recordar. Nosotros conmemoramos
un único sacrificio y entrega de amor; Cristo-Cordero es el mismo hoy y siempre
que se entrega por amor, por ti y por mi. Por eso es nueva…
¿Cuál es uno de los beneficios
de esta Nueva Alianza? La posibilidad de abrir nuevos capítulos en nuestras
vidas sostenidos por la esperanza del amor incondicional de Dios.
La Antigua Alianza –
quedo expresa en la Ley de Moisés, los 10 mandamientos… la ley que ponía unas
normas a no trasgredir: No matarás, no robarás, no tendrás el nombre de Dios en
vano, no deshonrarás a tus padres…
La Nueva Alianza –
quedó expresada en la Ley del Amor. Cristo no vino a abolir la antigua ley,
sino a darla cumplimiento, a superarla. Por que sólo el amor es capaz de
hacernos llegar más allá de lo que humanamente seríamos capaces. El amor de
Cristo por ti y por mi le llevo ha hacer la mayor locura que es la entrega de
su vida… ¿quién que conozcas por amor ha hecho esto por ti?
San
Pablo hace una reflexión: La Antigua Alianza – Era el peso de la Ley que
condenaba a quien no la cumplía. Si no cumplías quedabas condenado. La ley se
convertía en una carga. Sin embargo, La Nueva Alianza – Es el respiro de
la Ley del Amor que libera a quien no la cumple, por que ¿quién no tropieza?
¿quién no siente que muchas veces no llega a la altura de la grandeza de ser
humano? La Nueva Alianza del Amor da siempre una nueva oportunidad de
comienzo.
Es
la esperanza de que uno siempre puede comenzar… cerrando capítulos…
Esto
es lo que hoy queremos celebrar: El cierre de un capítulo en la historia de
nuestra vida, y la apertura de un nuevo capítulo; un capítulo que se abre con
esperanza, con ilusión, con fuerza, con la confianza en Dios de que todo cuanto
ha acontecido es para el bien de aquellos que ponen su amor en Él.
Un
capítulo nuevo que no es hacer ojos ciegos al capítulo pasado, sino que es sólo
apoyo para tomar carrerilla hacia delante: Se dice: “Ni un paso atrás, y si hay
que darlo es para coger impulso para ir hacia delante”.
Este
es el gran regalo de esta Nueva Alianza: La posibilidad de abrir nuevos capítulos
en nuestras vidas sostenidos por la esperanza del amor incondicional de Dios.
En sus manos siempre hay un nuevo comienzo.
(“todo
tiene un buen final, y si lo que vivimos aún no es bueno, es por que aún no
hemos llegado al final”. De la película ‘El extraordinario Hotel Marygold’)
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