(P. Luis J. Tamayo)
Si el 25 de Diciembre
celebramos el nacimiento del niño Jesús, y hablamos del maravilloso hecho de
cómo Dios se hace hombre. En la celebración de hoy, Fiesta de la Sagrada
Familia, Dios da un paso más en el amor al hombre y a la humanidad: Dios escoge
el seno de una familia para hacerse hombre. ¿No es esto impresionante?
Dios no sólo decide
hacerse hombre, sino que escoge el seno de una familia para hacerse hombre.
Esto es lo que hoy celebramos, el hecho de que Jesús nació en el seno de una
familia, y no sólo nació, sino que en la familia creció, se educó y se formó (Evangelio de hoy: Lc 2, 41-52).
Es admirable pensar en
como todo un Dios creador del universo y de su orden, un Dios creador de las
leyes que rigen el cosmos y la naturaleza, Dios mismo decide someterse a las
leyes humanas. No se salta el camino humano, sino que El mismo se somete y adopta
los mismo caminos de cualquier hombre. Todo ser humano nace y crece en el seno
de una familia.
¿A caso Dios no podía
haber escogido otro camino para hacerse presente entre los hombres? Ahora que
estamos tan acostumbrados a películas de ciencia ficción… cuando aparece el salvador de la
película envuelto en llamas, o un coche fantástico, o en una nave supersónica.
Pero no es así. Jesús escogió el camino de todo hombre.
Jesús fue nacido de mujer, Jesús nace en el seno de una familia, Jesucristo
tuvo un papá y una mamá.
Es importante darse
cuenta que Dios nada de lo que hace lo hace por casualidad o coincidencia… sino
que Dios, en su sabiduría infinita, sabe bien lo que hace. Dios escogiendo nacer en una familia está haciendo la Historia de la Salvación.
Pudiendo escoger otro camino, escoge el camino de la familia para sí y para
todo hombre. Dios ha querido que la
historia del Amor de Dios para con cada hombre ha de pasar necesariamente por
la familia.
Sino, ¿cómo uno puede
hacerse una idea del rostro del amor de Dios-Padre sino es por los gestos de
amor de su propio padre? o ¿cómo puede uno imaginarse la ternura de la Virgen
María sino es por la experiencia del cariño de una madre? La historia de Amor
de Dios con el hombre pasa por reconocer que Dios me ha amado desde siempre por
medio de mis padres, Dios ha volcado su protección por medio de mi familia,
Dios me ha dado la fe heredada de unos abuelos, Dios quiere hacer conmigo una
historia de amor incondicional a través de mi familia. Uno aprende a reconocer
el amor de Dios a través de la familia.
La familia merece la
pena! Merece la pena luchar por la familia, trabajar por la familia, proteger a
la familia, invertirse por la familia.
La familia nos lo da todo, debiera darlo todo. ¿A caso no estas agradecido
por todo lo que has recibido por tu familia? Y aunque una familia ano sea
perfecta, y uno haya sufrido las dificultades dentro de la familia, casi
siempre uno ha recibido un montón de cosas positivas de la familia.
Cuando veo a mis amigos,
muchos de ellos en la crisis de los 40… y rompen los vínculos, dicen que no
merece la pena, se encuentran sin fuerza, lo que un día pareció maravilloso 3 o
4 años después no hay capacidad para soñar… ¿Qué pasa? ¿Será que no entendemos
que la familia es un don por el que merece la pena luchar?
Os voy a contar una fábula:
"Había un incendio en un gran bosque de bambú; el incendio formaba
llamaradas impresionantes, de una altura extraordinaria; y una pequeña ave, muy
pequeñita, fue al río, mojó sus alas y regresó sobre el gran incendio, y las
empezó a agitar para apagarlo; regresaba al río a por agua y volvía a ir una y
otra vez; y los dioses que la observaban, sorprendidos la mandaron a llamar y
le dijeron:
Oye, por qué estás haces eso? Cómo crees que con esas gotitas de agua
puedas tú apagar un incendio de tales dimensiones? Date cuenta, no podrás
lograrlo.
Y el ave humildemente contestó:
"El bosque me ha dado tanto… Yo nací en este bosque que me ha
enseñado la naturaleza, me ha dado el alimento, el refugio, me ha dado todo mi
ser. Este bosque es mi origen y mi hogar y por ello no me importa gastar todas
mis fuerzas lanzando gotitas de amor, aunque no se si lo pueda apagar".
Los dioses entendieron lo que hacía la pequeña ave y le ayudaron a apagar el
incendio".
Merece la pena gastar
todas las fuerzas en pequeños gestos de amor por la familia. Cada acción que
con amor y entusiasmo emprendemos, es cosecha para un mejor mañana. No
subestime tus gotitas de amor, pues millones de ellas forman un océano. Todo
acto que con amor realizamos por la familia, regresa a nosotros multiplicado. O ¿a caso no crees que Dios te va a
ayudar a construir tu familia? La familia merece la pena!!!