30 ene 2011

¡La felicidad es alcanzable!

(P. Luis J. Tamayo. Homilía de las Bienaventuranzas para la misa de jóvenes)

El Evangelio de hoy toca la fibra más profunda del ser humano: el deseo de felicidad. Si en un foro de mil personas dices: Levante la mano quien NO quiere ser feliz!... Nadie lo hará… por lo tanto, estamos delante de una realidad universal. Si delante del mismo foro dices: Levante la mano quien SI quiere ser feliz en esta vida!... Todo el mundo la levantará. Por lo tanto, el deseo de todo hombre es alcanzar la felicidad.

Una pregunta interesante es: Si todo hombre tiene el deseo de ser feliz, desde el más pequeño hasta el más grande, desde el africano hasta el asiático… Si es un deseo inserto en lo profundo del corazón de todo hombre, si es el anhelo más autentico que brota del interior del ser humano… Atentos: ¿No será que es el mismo Dios quien ha puesto este deseo en todo hombre? ¿No será que es algo que viene de fábrica? ¿No será que es algo innato y que constituye la esencia del ser hombre?

El deseo de felicidad no es un defecto de fábrica… es lo más bello que constituye al ser humano por dentro, es lo que hace al hombre ser auténticamente hombre. (El animal busca el placer, el hombre busca la felicidad.)

El punto de partida está claro. Todos los hombre tenemos el mismo deseo como algo innato al ser humano. Ahora bien, la siguiente pregunta está en ¿como alcanzar la felicidad?

Este mundo en el que vivimos sabe de este deseo, y por ello nos presenta sus propias alternativas… ¿Qué camino propone el mundo? Hay distintas ofertas de alcanzar la felicidad. El mundo nos dice: para ser feliz tienes que ser multimillonario, para ser feliz tienes que vivir como la “beautiful people” de las revistas del corazón, para ser feliz tienes que ser como un modelo cachitas (para ellos) o tener cuerpo esbelto de botella de cocacola (para ellas)… son caminos que incitan a la imitación… es decir, que si sigues por aquí, si imitas estas formas… se te promete un subidón… pero no lo confundas con la felicidad. Yo recuerdo de chaval que cuando llegaba el fin de semana, salir de fiesta, quedar con los amigos… me subía la adrenalina… pero el domingo por la tarde se acababa todo… había que tocar con la realidad del lunes… se hacía cuesta arriba.

Un chaval me decía que había experimentado como toda su adolescencia vivía como la espuma de una cocacola. Le venía un deseo fuerte por tener una cosa… y se encendía, se obsesionaba, lo defendía con argumentos frente a sus padres… hasta que después de meses lo conseguía… me decía: Tenía un subidón por unas semanas… y de pronto como ya lo tenía conseguido, me calmaba. De pronto, veía otra cosa, y vuelta a empezar con lo mismo. Hasta que me di cuenta que sólo vivía de subidotes temporales. De “momentos de felicidad” que eran el resultado de conseguir cosas.

Entonces hemos de replantear la pregunta anterior, la pregunta correcta es: ¿cómo alcanzar la verdadera felicidad? Jesús, en el Evangelio de hoy nos ayuda a distinguir la “AUTENTICA FELICIDAD” de los “MOMENTOS FELICES”… y todo se basa en la duración y calidad de lo que llamamos felicidad. Lo explicamos:

Hay cosas que te hacen felices por un momento, te alegran el corazón, te traen una sonrisa. Por ejemplo, hace unos años me regalaron por mi cumpleaños una tarta de chocolate que llevaba por encima, hecho en azúcar, una caricatura mía. Me hizo mucha ilusión… me pareció un detallazo. Pero la tarta se acabó y ya está.

Sin embargo, yo me he preguntado mucho ¿cómo ir alimentando una felicidad que se vaya acumulando y enraizando en mi vida?, que no sean sólo algo momentáneo, sino algo que vaya quedando como poso.

Jesús lo explica en las bienaventuranzas de Mateo 5, 1-12: A ver si eres capaz de distinguir la siguiente reflexión: Si te llaman para ir a una fiesta, tienes una felicidad del momento, pero esta toca lo superficial del sentimiento... Cuando acaba la fiesta, esa sensación se acaba. Sin embargo si eres humilde para perdonar una ofensa, la felicidad de la reconciliación se enraíza en lo profundo de tu ser y moldea el carácter de la persona - ¿Cuál es la diferencia? Ir a la fiesta, conseguir el último juego de la play alimenta el hacer o el tener, sin embargo, perdonar, alimenta el SER de la persona. Lo uno es externo al hombre; lo segundo se implanta en el SER mismo del hombre. Lo primero viene y se va. Lo segundo permanece y forma tu personalidad. ¿Se me entiende? Es muy importante alcanzar a distinguirlo, pues en ello nos jugamos nuestra felicidad.

¿Qué camino propone Jesús? Las Bienaventuranzas. Es el camino de poner en práctica unas actitudes que si se viven, a largo plazo, constituyen el perfil y la forma de ser de una persona. Una persona que mantiene la alegría, la serenidad a largo plazo… eso es a lo que Jesús apunta: la sencillez para descomplicar las cosas; el que tiene capacidad de sufrir sin quejarse; el que sabe ser justo; el que no juzga y sabe comprender con misericordia al otro; el que es limpio de corazón y siempre ve bondad en las intenciones de los demás, los que no entran en controversias y buscan la paz, etc.

Dejadme traducir las Bienaventuranzas de Jesús en un lenguaje más moderno, tomándolas de Santo Tomás Moro. Éste es el texto que dejaba escrito poco antes de ser decapitado en la torre de Londres, por orden del rey Enrique VIII. Son las “Bienaventuranzas” que escribía en 1535:

Felices los que saben reírse de sí mismos, porque nunca terminarán de divertirse.

Felices los que saben distinguir una montaña de una piedrita, porque evitarán muchos inconvenientes.

Felices los que saben descansar y dormir sin buscar excusas, porque llegarán a ser sabios.

Felices los que saben escuchar y callar, porque aprenderán cosas nuevas.

Felices los que son suficientemente inteligentes como para no tomarse en serio, porque serán apreciados por quienes los rodean.

Felices los que están atentos a las necesidades de los demás, sin sentirse indispensables, porque serán distribuidores de alegría.

Felices los que saben mirar con seriedad las pequeñas cosas y con tranquilidad las cosas grandes, porque irán lejos en la vida.

Felices los que saben apreciar una sonrisa y olvidar un desprecio, porque su camino será pleno de sol.

Felices los que piensan antes de actuar y rezan antes de pensar, porque no se turbarán por lo imprevisible.

Felices si saben callar y ojala sonreír cuando se les quita la palabra, se les contradice o cuando les pisan los pies, porque el Evangelio comienza a penetrar en su corazón.

Felices los que son capaces de interpretar siempre con benevolencia las actitudes de los demás aún cuando las apariencias sean contrarias. Pasarán por ingenuos: es el precio de la caridad.

Felices, sobre todo, los que saben reconocer al Señor en todos los que encuentran, pues entonces habrán hallado la paz y la verdadera sabiduría.

("El gusto de vivir", de Sto. Tomás Moro)

REFLECTION Sunday´s Gospel

4th Sunday (Year A)

30 January 2011

Fr James McTavish, FMVD

“It’s so nice to be happy shalalala”

When I first visited the Philippines in 1999 I was struck by an old man who shared his life story to me. It amazed me that despite all the hardships, trials and poverty he was able to recount the details with a big smile. In the mass that day the Word of God pronounced “the joy of the Lord will be their strength” (Nehemiah 8, 10b). One transcultural value that transcends race, creed and color is the desire to be happy. There are many products here in the Philippines that remind you of that. You can brush your teeth with ‘Hapee’ toothpaste, then wash your hair with ‘Rejoice’ shampoo and cry and wipe your tears with ‘Joy’ tissues. But what is it that actually makes us happy?

This question was asked even by Aristotle (4 centuries before Christ). The term he used was ‘eudaimonia’ kind of meaning blessedness, happiness or fulfilment. One key for him was to live a virtuous life. For some happiness will be found in doing whatever one pleases – to drink too much, to go wild and generally ‘to have fun’. When St Thomas Aquinas looked at the type of life that would make one happy he noted that the morally virtuous person is more passionate than the one without moderation and virtue because "the more perfect a virtue is, the more does it cause passion" (Cf. Summa theologica, I. II. 59, 5). To be genuinely happy we should aspire to live a good life.

The beatitudes of Jesus address this theme of happiness. Jesus, as the perfect man, is trying to reveal to us what makes us happy. Sometimes we do not even know. Has it happened to you? You think you are going to enjoy something and you end up disappointed. But also the opposite – you think that dinner or meeting is going to be a nightmare and in the end you don’t want it to end! Sometimes I do not even know what is best for me. Maybe recognizing this is the beginning of humility.

Matthew gives 8 beatitudes in his gospel (Matt 5, 1-12a). They all begin “Blessed are...” The greek word for blessed is makarioi which can also be translated as happy or fortunate. So who according to Jesus are the happy ones? They are the poor in spirit, those who mourn, are meek, who hunger and thirst for righteousness, the merciful, the clean of heart, the peacemakers (not the pacemakers), those persecuted for the sake of righteousness (not those persecuted for wrongdoing!) and all those who are insulted and chastised because of Christ. The beatitudes challenge us to go for more. The elderly Jesuit priest who gave the homily today made us all laugh. He said often we set our standards not by the beatitudes but by the Ten Commandments. However the Ten Commandments are ‘easy’ because being full of don’ts you can fulfil them by just going to sleep! Behind this humour is a serious intention – many people confess that they have gone against the commandments but never do we ask forgiveness for not living the beatitudes.

The poor in spirit are happy, blessed and fortunate because theirs is the Kingdom of heaven. One initial reaction or even temptation listening to the beatitudes is to feel rather excluded from them, as if they are written for others. Why don’t we try to see if Jesus is actually trying to speak to you and me? He says the poor in spirit not just poor. There are different types of poverty – here in Manila I have met some materially poor who are not poor in spirit and I have met some very rich and wealthy who are actually poor in spirit. It refers to a kind of dependence on God, a slight dissatisfaction with the things of this world as they cannot fulfil us totally. As one author noted “there is within us...an unquenchable thirst that renders the vast majority of us incapable of ever coming to full peace. This desire lies in the marrow of our bones and the deep regions of our soul. We are seldom in touch with it, and indeed the modern world seems set on preventing us from getting in touch with it by covering it with an unending phantasmagoria of entertainments, obsessions, addictions, and distractions of every sort. The reality that excites and fulfils the soul’s longing is God by whatsoever name” (Why Religion Matters, Huston Smith).

Blessed are those who mourn for they shall be comforted – not merely to mourn over the death of a loved one but to mourn over injustice in the world which links to a later beatitude ‘Blessed are they who hunger and thirst for righteousness, for they will be satisfied.’ People who have mourned over injustice and hungered for righteousness – comes to mind Martin Luther King but also my mum who fought for justice when coming into the backgarden she shared some biscuits not merely with me and my friends but also with the children of our neighbor who I did not like so much. Another beatitude that our Lord gives us is about meekness. Normally we associate meekness with weakness but meek does not equal weak! Meekness is a kind of holy gentleness that does not force, that does not react out of provocation. A businessman and his friend were buying a newspaper. The vendor was curt, to the point and rather blunt. The friend wondered why he did not react to the rude vendor. The businessman replied “Because I do not want another to decide for me how I will live this day”. How easy when you are not meek to be put into a bad mood by others! Check that. Why does that person or that attitude always put me in a bad mood? Take one tablet of meekness and it will help overcome this.

The merciful will be happy too as they will be shown mercy - as Jesus tells us in another moment – the measure you use for others will be the measure you are judged by, or another way of putting it – ‘live by the sword, die by the sword.’ Once the brothers were 5 minutes late for mass and I got annoyed. My reaction came back to haunt me the next morning as I slept in and was 15 minutes late! Happy the pure of heart too because they will see God. Let us not reduce purity only to the sexual arena but expand it even to include purity of intentions in terms of integrity and honesty. When you are sincerely trying to do good, you will ‘find God in all things’ as the Jesuits remind us. The peacemakers try to create peace and live in harmony with all. Peace is not the absence of conflict as sometimes the truth will need to be said. The final two beatitudes concern being persecuted and insulted for the Lord. Jesus is quite clear what to do if this happens “Blessed are you when they insult you and persecute you and utter every kind of evil against you falsely because of me. Rejoice and be glad, for your reward will be great in heaven.” Wow! Grant us faith to believe this Lord.

Let us ask the Lord for the grace to live the beatitudes. Which beatitude would you like to live out? Poverty in spirit, meekness, purity, thirst for justice, merciful, peacemaker, bearing insults for Jesus? How about a little spiritual exercise - choose one and pursue it and it will lead us to real joy. It’s so nice to be happy shalalala! Amen.

23 ene 2011

REFLEXION Evangelio Semanal

Conversión: Camino de crecimiento
P. Luis J. Tamayo

Estos primeros domingos del Tiempo Ordinario son una foto maravillosa de lo que son los primeros pasos de la vida de Jesús. En el último domingo del tiempo de Navidad vimos el Bautizo de Jesús, como el inicio de su misión. El domingo anterior, primer domingo del Tiempo Ordinario vimos como Juan el Bautista le da el título de ‘el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo’. Este domingo es el llamamiento a seguirle. El domingo que viene, Jesús presentará su programa de vida: Las Bienaventuranzas. Y en el 4º domingo Jesús nos lanza el reto de llegar a ser luz para el mundo en la medida que podamos vivir las bienaventuranzas.

Mateo 4, 12-23 – “Entonces comenzó Jesús a predicar diciendo: «Convertíos, porque está cerca el reino de los cielos.» Pasando junto al lago de Galilea, vio a dos hermanos, a Simón, al que llaman Pedro, y a Andrés, su hermano, que estaban echando las redes en el lago, pues eran pescadores. Les dijo: «Venid y seguidme, y os haré pescadores de hombres.» Inmediatamente dejaron las redes y lo siguieron. Y, pasando adelante, vio a otros dos hermanos, a Santiago, hijo de Zebedeo, y a Juan, que estaban en la barca repasando las redes con Zebedeo, su padre. Jesús los llamó también. Inmediatamente dejaron la barca y a su padre y lo siguieron.”

El evangelio de hoy nos muestra de Jesús dos acciones bien claras: Jesús predicando y llamando a seguirle. Dos acciones continuas, una detrás de la otra.

El Evangelio dice: “…comenzó Jesús a predicar diciendo: Convertíos…” más adelante leemos: “Vio a dos hermanos y les dijo: Venid y seguidme.” La primera palabra de la predicación de Jesús (y así debiera ser en toda la Iglesia) es un anuncio que va a la renovación profunda de la vida: LA CONVERSIÓN, una invitación explícita a dejar atrás la actitud de arrogancia y de orgullo, para adentrarse en el nuevo camino de la humildad de corazón. La conversión es un camino a lo largo de la vida de cambio continuo, de renovación constante y de crecimiento. Y por otro lado, vemos como la misma predicación de Jesús también es una llamada personal, es decir, un anuncio que va dirigido personalmente; Jesús llama para vivir el Evangelio a personas concretas, con nombres y apellidos.

La predicación y la llamada son dos caras de una misma moneda, van juntas: Muchas veces, después de una homilía me han dicho: “Padre, parece que las palabras de la homilía me las ha dicho para mi; ¡como si conociera lo que vivo!. Por medio de la Palabra de Dios, Jesús mismo, hace una invitación personal a la conversión para salir de nuestras viejas formas de concebir la vida y adentrarse a una vida nueva que se ha de ir arraigando día a día siguiendo los pasos a Jesús. La conversión ES SIEMPRE una llamada al seguimiento de Cristo, a vivir según sus valores.

Hay muchas personas que buscan vivir según el Evangelio. Hace días, una mujer vino a hablar, pues tenía conflicto de conciencia. Es contable de una empresa y descubre que su jefa manipula las cuentas. Me decía que le producía conflicto en la conciencia. ¿Cómo vivir la honestidad en este momento? Esto tiene repercusión desde el chaval que copia en los exámenes y no es honesto. La invitación de Jesús es una llamada personal a vivir de otra forma.

Para ello los santos hablan del examen de conciencia… ese ratito de parón diario al final del día para descubrir aquellos pensamientos, palabras, obras y omisiones en los que puedo crecer y mejorar.

El examen de conciencia no es un instrumento de tortura, para ‘flagelarme’ con la negatividad: “Oh! Mira que mal lo hice! es que no cambio…” sino para descubrir a través de los acontecimientos de la vida diaria la invitación del Señor a crecer y madurar como persona cristiana.

De hecho, San Ignacio de Loyola recomienda que sea a la luz de la oración, pidiéndole a Dios que ilumine mis faltas. No es una búsqueda narcisista de carencias e imperfecciones. Sino es dejar que al contraste con la luz del amor de Dios se vean mis sombras, pero para ello hay que ponerse frente a la Luz. Esto es como cuando un matrimonio se junta en un ambiente de sereno y de honestidad y uno le dice al otro que cometió una falta que le hizo daño. El examen de conciencia sólo se entiende desde el amor.

Finalmente, me ayudó mucho un salmo que dice: “Danos luz en el entendimiento y fuerza en la voluntad”. Pues que el Señor te ilumine una actitud errónea, es luz para crecer; para el humilde es una alegría descubrir la ocasión para madurar; para el orgullo es dolor, pues me confronta en mi imperfección. Es por el orgullo que dejamos de examinar!! Pero luego, necesito de la gracia divina para alcanzar la fuerza en mi voluntad y así actuar más acorde con el Amor.

¿Hacemos un examen de conciencia? para ello continua leyendo el siguiente artículo

Examen de Conciencia

Examen de Conciencia

Siguiendo los pasos que se enumeran aquí, puedes experimentar este "método" de crecimiento personal y de descubrimiento del núcleo de tu identidad. Puedes sensibilizar más a tu propio espíritu — sus deseos, sus potencias, su fuente; y desarrollarás una apertura para recibir el apoyo ofrecido por Dios.

1. Recuerda que estas en presencia de Dios. No importa donde estés, en la cima de una colina o en un valle, en el campo o en la ciudad, en medio de una multitud o solo, eres una criatura dentro de la creación. El Creador que te llamó, está interesado en ti. El Espíritu de Dios, enviado por Cristo, te recordará que se te han dado dones para contribuir a llevar a la creación a su plenitud, y restaurarla al modo del Creador. Pide al Espíritu Santo que te permita mirarlo todo con amor. "El amor es paciente, es bondadoso, no es envidioso, u orgulloso; no es arrogante ni rudo. El amor no busca un interés, no se alegra del mal, sino que se regocija en el bien...El amor todo lo espera." (1 Cor.)

2. Da gracias a Dios por los favores recibidos. Haz una pausa y pasa unos momentos repasando tus obras del día. Sé concreto. Recuerda el sabor de la mermelada en el pan, la fragancia de la flor, la sonrisa provocada por una palabra amable, el acto de paciencia que facilitó la labor a alguien. Enumera lo que recibiste y lo que diste. Date cuenta de los eventos que guían la vida. Ahora mira las obras más concretas que te permiten participar en este día. Recuerda tu fortaleza en momentos de dificultad, tu capacidad de tener esperanza en momentos de debilidad, tu sentido de humor y tu vida de fe, tu inteligencia y tu salud, tu familia y tus amistades. Dios Padre te da todo esto para llevarte a la plenitud de la vida. El Padre envió al Hijo, Jesús, para asegurarnos que el Reino de Dios se está construyendo. Jesús envía al Espíritu Santo para guiarnos y sostenernos al recibir y dar vida a otros.

Haz una pausa para dar gracias.

3. Se consciente y pide la ayuda del Espirítu Santo. Antes de explorar el misterio del corazón humano, pide recibir al Espíritu Santo para que puedas mirar a tus acciones y motivaciones con honestidad y paciencia. "Cuando venga el Espíritu de la verdad, los guiará en la verdad" (Juan 16:13) El Espíritu Santo te inspirará a mirar con mayor libertad el desarrollo de la historia de tu vida. El Espíritu te da la libertad de estar abierto al crecimiento, de mirarte a ti mismo sin condenarte y sin autocomplacencia. "El amor todo lo espera."

4. Ahora examina cómo estás viviendo este día. Recordando los acontecimientos de tu día, explora el contexto de tus acciones. Revisa el día, hora por hora, buscando los acontecimientos internos de tu vida. Recorre las horas para ver cómo ha sido tu interacción con lo que tenías ante ti. Pregúntate en qué estabas implicado y con quién estabas, y revisa tus esperanzas y dudas. Muchas situaciones te mostrarán que tu corazón estaba dividido – moviéndose entre ayudar o ignorar, despreciar o animar, escuchar o hacerse el sordo, recriminar o perdonar, hablar o callarse, abandonar o agradecer. Mira las oportunidades que tuviste para el crecimiento en la fe, la esperanza y la caridad y cómo respondiste. ¿Qué te movió a actuar de ese modo?

Date cuenta de dónde actuaste libremente – escogiendo una acción concreta de las posibilidades que veías. Mira dónde fallaste, al haber hecho mal use de tu libertad. Este "método" te ayuda a aprender a actuar con libertad. ¿Qué hábitos te ayudaron o se te dificultaron?

Mira en qué momentos Cristo entró en tus decisiones y dónde te podrías haber detenido para recibir su influencia. "Pruébense a sí mismos" dice San Pablo, "para ver si están viviendo con fe; examínense. Quizá ustedes mismos no se den cuenta de que Cristo Jesús habita en ustedes" (2 Cor.) Su influencia nos llega a través de su pueblo, el Cuerpo de Cristo; como también a través de la Escritura, la Palabra de Dios. Ahora, al orar, el espíritu de Cristo te ayudará a conocer su presencia y cuidado. A medida que reflexiones acerca de ti mismo por medio de la oración diaria, te conocerás más y más. Por lo tanto, llegarás a reconocer la presencia de Cristo en tu vida. Cristo te invitara continuamente a amar a tu prójimo como a ti mismo, y te dará fuerza para hacerlo.

5. Ora con palabras de reconciliación y resolución. "La palabra de Dios está muy cerca de ti, está en tu boca y en tu corazón para que la observes. Mira, hoy pongo ante ti vida y prosperidad, muerte y desastre...Escoje la vida," dice el profeta. (Deut. 18) Ahora, después de haber revisado este día de tu vida, mírate con compasión y reconoce tu necesidad de Dios, y trata de ver el cuidado que Dios manifiesta hacia ti. Expresa dolor por tu pecado, la obscuridad que nos rodea a todos, y especialmente pide perdón por las veces en que este día te resististe a la luz de Dios. Da gracias por la gracia, la presencia iluminadora de Dios, y especialmente alaba a Dios por las veces que le respondiste con sinceridad, permitiéndote así, ver mejor la vida de Dios. Por medio de estos actos de arrepentimiento y gratitud creces en el conocimiento de la gratificante acción de Dios en ti. "Como arcilla en manos del alfarero, así eres tú en mis manos." (Jer. 18:6)

Reflexión final.
El crecimiento en la amistad y la intimidad requiere tiempo y atención constante. Trata dedicar de 10 a 15 minutos diarios a este examen de consciencia.

REFLECTION Sunday´s Gospel


3rd Sunday Ordinary time A (23 January 2011)

Fr James McTavish, FMVD

Make space for the great plan of God!

One day the elephant decided to go for a nice bathe. No sooner had he got into the water when a little mouse began angrily running up and down the river bank demanding that the elephant get out of the water. The elephant protested because he had just got in and asked what was the problem. The little mouse was adamant that the elephant had to get out the water first and then he would tell him. The elephant relented and got out of the river. “Sorry,” said the little mouse, “just checking. Someone borrowed my bathing costume and was just checking that it wasn’t you.” What could be the moral of the story? It is easier for an elephant to enter the bathing costume of a mouse than for God’s plan to enter the human heart! What is required? To enlarge our hearts and minds, to make room for God’s great plans. Is there space in your heart for God’s plans? Do you want to know the acid test? One sure sign that you are making space for God in your heart is when there is space in your daily schedule for prayer.

Look at the great plan of God for those first fishermen. Peter would become the first Pope, and Andrew a Saint and martyr. Wow! Jesus had a huge plan for them and that is why he called them. The calling though is not just to be a priest or nun. Alas, how much misunderstanding there is on this point. Everyone is called to a life of holiness, but the state of life will differ. To be a priest or nun is a state of life to fulfil the calling. When the Lord gives us an intuition to pray more this is a calling, when there is a chance to serve more in the parish this can be a calling. If we listen we will hear the calling.

What is the connection then of listening (prayer) and being open to God’s plan? Well if we don’t listen how can we discover what the plan is? And even if we know it we need the grace to do it. When you have a piece of metal, it will stay cold and rigid until it comes in contact with fire. The heat expands the metal and makes it malleable and the fire of God’s love experienced in prayer warms our heart, expanding the capacity to love and gives a certain flexibility to the person. Prayer is the ordinary means whereby the believer can receive the grace of God. In the recent Church document Verbum domini the lay faithful are encouraged to have a “familiarity with the Word of God.” It is amazing just how many Catholics end up joining other denominations and sects because they mistakenly feel that they cannot learn about the Word of God in the Catholic Church. Many Catholics are not familiar at all with Scripture. Come on, let us make more effort!

What is needed? Faith! If we have faith we can listen to God’s voice in the Scripture. As Saint Augustine puts it: “When you read the Bible, God speaks to you.” What is God telling you today in the readings? Many Christians complain about the homily and it is true, the priest needs to prepare it well. But each Christian also has a responsibility for example they could read the Sunday readings before coming to mass. That would make a huge difference. The readings today have one strong theme – light. The first reading (also read at Christmas ‘midnight’ mass) is from the prophet Isaiah (Is. 8,23-9,3) “Anguish has taken wing, dispelled is darkness: for there is no gloom where but now there was distress. The people who walked in darkness have seen a great light; upon those who dwelt in the land of gloom a light has shone.”

One particular darkness which is affecting more and more people in the world of today is the darkness of the occult and there is a growing interest in it. One reason is a real weakening of faith. Many no longer go to Church yet man longs for what is supernatural as he is a creature. Instead of finding God the Creator man can be perverted in his search and end up drawn to the occult. Many today put their faith in visiting clairvoyants, palm readers or tarot cards. These can be dangerous practices as even if done ‘just for fun’ out of curiosity they can open up the door to the Devil. The Catechism of the Catholic Church (CCC) gives clear guidance: “All practices of magic or sorcery, by which one attempts to tame occult powers, so as to place them at one’s service and have supernatural power over others – even if this were for the sake of restoring their health –are gravely contrary to the virtue of religion...Consulting horoscopes, astrology, palm reading, interpretation of omens and lots, the phenomena of clairvoyance and recourse to mediums, all conceal a desire for power over time, history and, in the last analysis, other human beings, as well as a wish to conciliate hidden powers. They contradict the honor, respect, and loving fear that we to God alone (see CCC 2116 & 2117)

How lucky we are to have the Lord as our light and salvation as the psalmist reminds us (Psalm 27). St Paul reminds us to guard against the division, factions and favouritisms that often weaken many Church groups. In the Church of Corinth there were many rivalries with some favouring Paul, others Apollos. Paul reminds them that all must be for Christ. The devil through these temptations of factions, envy and rivalry does great harm to unity and peace. Let us be vigilant. Of course one extreme will be to see the Evil one behind everything but the other is to laugh him off as a joke. We need the light of Christ to fight off the darkness.

Jesus comes to help us walk in light. In whatever situation, if we are open he can enter. The Lord passed by the lives of those simple fishermen and look at the consequence of their yes. We too are called to pass on the light of faith. Perhaps you have friends or family in darkness – the darkness of alcohol abuse, the darkness of occult practices that appear harmless – why don’t you bring them the light of Christ – “the light shines in the darkness and the darkness has not overcome it” (John 1,5). The faith has reached you and I because of many faithful witnesses who passed on the torch – like the Olympic flame passed down through many hands. See the transcendence and consequences of the response of Peter and Andrew...James and John join them. Through each one of us, Christ wants to call many people. Do you believe that? Sometimes this plan won’t enter into our little hearts and minds. If we don’t pray we will end up like the little mouse...Mr Elephant did you borrow my bathing costume? Let us pray, more and deeper, to expand our hearts and minds to make space for the great plan of God.

16 ene 2011

Agnus Dei: REFLEXION Evangelio Semanal


'AGNUS DEI' (Cordero de Dios)
P. Luis J. Tamayo

(Juan 1, 29-34) En aquel tiempo, al ver Juan a Jesús que venia hacia él, exclamó: «Éste es el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo. Ése _es aquel de quien yo dije: "Tras de mi viene un hombre que está por delante de mi, porque existía antes que yo." Yo no lo conocía, pero he salido a bautizar con agua, para que sea manifestado a Israel. »
Y Juan dio testimonio diciendo: (…) Yo lo he visto, y he dado testimonio de que éste es el Hijo de Dios.»

Estamos en el segundo domingo del tiempo ordinario. Domingos pasados hemos seguido los acontecimientos del comienzo de la Historia de Salvación: Primero el Adviento – tiempo de anuncio y preparación de la Navidad – (ya sabéis que el año litúrgico de la Iglesia da comienzo con el Adviento y no sigue el año natural del 1 de enero al 31 de diciembre), luego la Natividad de Jesús, el niño-Dios, y la adoración de los Reyes Magos. El domingo pasado, primer domingo del tiempo ordinario, celebramos el bautismo del Señor, y dimos comienzo a su vida pública.

A partir de ahora y todo el resto del año litúrgico será seguir los pasos de la vida de Jesús, comprender sus palabras y sus gestos, descubrir su amor incondicional, mirar como actuó, etc. San Pablo dice en una de sus cartas: Jesús “me amó y se entregó por mi”. Pablo llegó a captar que todo aquello que aconteció en la vida de Jesús era ‘por mi’. Por eso insistir en la importancia de seguir los pasos de Jesús a lo largo del año, para captar, comprender y penetrar en el misterio de su amor incondicional por cada hombre, y especialmente ‘por mi’.

El Evangelio de este segundo domingo (Juan 1, 29-34), Juan el Bautista, nos presenta a Jesús dándole el título de: “Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo”. Este título al principio del año litúrgico y del Capítulo primero del Evangelio de San Juan nos habla de quien es Jesús –como si se tratara de los grandes titulares de una película–. Por poner un símil cercano a los jóvenes, en una película de super-héroes el titular del estreno diría: “Hulk, el invencible”… Al comienzo del Evangelio (estamos en el capítulo 1º), Juan nos pone el titular: Jesús, el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo. Con esto se nos está anunciando quien es Jesús, este título nos dice mucho de lo que será la vida de Jesús.
El cordero es como el símbolo de la mansedumbre, de la bondad y de la paz. Lo vemos como un animalito indefenso. En efecto, “es tan manso como un cordero”, solemos decir con cierta frecuencia.

Aunque fue Juan Bautista el que aplica el nombre de “Cordero de Dios” a Jesucristo, nuestro Señor lo acoge igualmente.

Hemos de recordar que en el Antiguo Testamento, el profeta Isaías toma esta misma imagen en el famoso cuarto canto del Siervo de Yahvé, y augura que el Mesías será como un cordero que cargará con nuestras dolencias, morirá por los pecados del mundo y que no abrirá la boca para protestar, a pesar de todas las injurias e injusticias que se cometan contra él. El Siervo de Yahvé será manso e indefenso como un “cordero llevado al matadero” (Is 53, 7).

En el Nuevo Testamento, la tradición cristiana rescata la imagen del cordero, y ve en ella a Cristo mismo (así lo llama Pablo en 1Cor 5, 7). Vemos en Cristo, como en su pasión y muerte, él libremente carga con la ira, soberbia, violencia y pecado de toda la humanidad.

Para mi vida espiritual: ¿Qué quiere decir que Cristo como cordero quita el pecado, no ya del mundo, sino el mío propio? Jesús dócil y voluntariamente asume mis culpas, para liberarme de la carga del pecado, pues sabe que si yo me imputara los efectos de todas las faltas que pudiera cometer a lo largo de mi vida me destrozaría (humanamente no hay fuerza para cargar con la culpa emocional, psicológica, mental y espiritual). Por eso el sacramento de la confesión tiene un efecto curativo y liberador, más que el del psicológico, pues no es sólo el desahogarme, sino que el amor de Dios penetra hasta lo más hondo de mi ser y cura y libera al alma (cosa que ningún hombre, psicólogo o psiquiatra, puede hacer) y la restaura de la herida espiritual de la ruptura con Dios. Y todo por amor a mí.
¿Y tú? ¿Estás dispuesto a asumir las faltas del otro, las debilidades del otro desde el silencio? Como cristiano ¿tengo la humildad de cargar con las limitaciones de los míos sin quejarme de constante? Nadie es perfecto, desde un hijo, un cónyuge, hasta un compañero de trabajo... todos tenemos defectos. Pedirle a Jesús la capacidad de amar como él me amó.
Esto es lo que se anuncia de Jesús al principio del año litúrgico.

Finamente decir, que el Papa san Sergio I fue quien introdujo la expresión “Agnus Dei” en el rito de la Misa, justo antes de la Comunión. Y, desde entonces, todos los fieles cristianos recordamos en la eucaristía antes de comulgar las palabras del Bautista: “He ahí el Cordero de Dios (Agnus Dei), que quita el pecado del mundo”.

15 ene 2011

REFLECTION Sunday´s Gospel


2nd Sunday of Ordinary time
(16 Jan 2011)

Fr James McTavish, FMVD

Whoever has the Son has everything

There is a song called “Next in line” with one line that goes “What has life to offer me when I grow old?” Many times we reflect on where we are going and what life holds in store for us. What is so helpful is to have direction. It reminds me of a compass – it always points north no matter which way it is held. The direction is not dependant on which way the compass is facing, it does not change, it is constant. One reality in each one of us is that we are made in the image and likeness of God. This image will never change and is forever constant. This can give stability in changing world.

One day this week I had mild food poisoning which made me visit the bathroom every hour (I had AIR RAID spelt backwards to put it in a polite way!) Feeling a bit drained I had to rest and lying there it came to me that whether I am active or not, the goal of our lives is always the same – TO BE LIKE CHRIST! So that thought gave me peace as I can still be like Christ whether I am sick or healthy so I just prayed for the prayer meeting I would have later that night. In one moment I started to feel a bit sorry for myself. As a doctor normally I am the one being compassionate to the other missionaries if they are sick, but now I was sick who would take care of me? I remembered Jesus carrying his cross. For sure his theme tune would have been “Don’t cry for me Argentina” (Luke 23, 28 – “Do not weep for me”) and it drove away the temptation of self-pity.

The goal of our life to be like Christ is like a steady compass that gives direction and constancy even when the situations change. John the Baptist in the gospel of today was so clear that Jesus is the fulfillment and realization and his life points clearly towards him. John testified to Jesus saying “Behold, the Lamb of God, who takes away the sin of the world. He is the one of whom I said, ‘A man is coming after me who ranks ahead of me because he existed before me.’ I did not know him, but the reason why I came baptizing with water was that he might be made known to Israel” (see John 1, 29-34) How great when a life points like a compass to Christ and leads others too him.

One question that we must ask is why if Jesus is the fulfillment why do many remain discontent with their experience of faith or of the Church? Could it be that following Christ does not truly fulfill? Recently we were invited to a reflection evening on the Word of God and afterwards were brought to Starbucks for a coffee. In many of these coffee shops the choice or array on offer is bewildering. Choices need to be made. What makes the experience memorable is the personal touch – often you are asked “What is your name?” – so they can write your name on the coffee cup. The experience becomes more personal. What does our faith need often, what is needed in our following of Christ? Choices that lead to personalization. Put your name on your following of Christ, don’t be afraid to personalize it!

One thing is for sure – when you opt to try to live like Christ, trying to love like him and be his presence, God’s grace will not lack. If we are trying to be like Christ in the world of today (and if we are called ‘Christians’ it is for this – to be his presence in the world) then God the Father will help us and the Holy Spirit will be huffing and puffing, working hard and blowing his powerful breath on us to strengthen us and assist us!

Of course if we do not sincerely try to follow the WAY it is very easy to get lost. Last year I met a family that is practically involved in world war 3. There were asking for the help of my community but the situation sounded so difficult that it seemed they needed more a referee than a priest – intrigue, revenge, adultery, hatred and all manner of evils. In the early Church in a document called the “Didache” there were clearly described the two ways, one leading to life and the other to perdition. This is why Jesus tells us “I am the Way” (John 14,6).

Let us ask for the grace to understand more deeply that to be like Christ is the goal of our existence. It is not an external likeness, wearing a white robe, growing a beard and sandals but more of an internal transformation in love. To be like the Son, to have him in our lives is our fulfillment. I close with the example of the art sale. A famous art dealer died and left his house and estate along with many masterpieces including Picasso, Degas, Monet and Rembrandt. There was an auction and the first lot was a simple portrait of the art dealer’s son. The auctioneer had trouble because no one wanted to buy it. They had come for the more valuable works. One person said “Come on. Get on with the real auction. I did not come for a picture of the son but for a real masterpiece like a Degas or Rembrandt.” The family gardener, a poor man who only had $10 was delighted to buy the portrait. The auctioneer made the announcement “Ok, the auction is now over. There was a clause in the will. Whoever buys the portrait of the son gets the whole estate and all the masterpieces.” This holds for us too today – whoever has the Son has everything. Amen.

10 ene 2011

Spiritual Lesson / Leccion espiritual

No dejar que aquello que pueda ser una contradicción acabe conmigo... sino que si estoy fuerte espiritualmente, las contradicciones pueden llegar a ser causa de mayor fortaleza en camino de la madurez personal.

Do not allow any contradiction to put you down. If you are spiritualy strong, even a contradiction can be the place where you can allow God´s strengh to help you move on.

9 ene 2011

Fiesta del Bautismo de Jesús


El Bautismo es la puerta de acceso al Amor de Dios.
(por P. Luis Tamayo)

Empezamos el año 2011, y con el año nuevo siempre va el dicho popular: Año nuevo, vida nueva.

En todos siempre está el deseo de cambio, de renovarse, de salir de viejos hábitos y adquirir nuevos… y si esto no se da en una persona… cuidado! pues es signo de muerte espiritual…

Juan el Bautista podría representar a ese hombre que construye su vida a base de esfuerzos y purificación: corregir errores, ser responsable, vivir desde lo que está mandado, etc. Este deseo de purificación y de esfuerzo por una vida más noble es importante pero no basta… la vida no es sólo purificarse y esforzarse… sino que la vida cobra un nuevo sentido cuando uno se deja amar, pero un amor que no depende de los demás o de afuera sino un amor que surge y brota desde dentro y despierta en el corazón del hombre el coraje para seguir luchando y viviendo, un amor que renueva por dentro y da una nueva luz a la vida.

Algo nuevo tiene que pasar para que se renueve la vida del hombre desde dentro. ¿qué es eso nuevo? La imagen del evangelio es preciosa.

Hasta el momento el cielo permanecía cerrado y hoy ese mismo cielo se abre para mostrar su secreto. Del cielo abierto sólo llega una voz: “Tú eres mi Hijo amado”. ¡Que distinta una vida que sólo se centra en ese "YO tengo que cambiar" y todo lo que sigue son esfuerzos solitarios a una vida que se vive en el cariño y compañía de Dios que te dice “Tu eres mi hijo/hija amada”.

Desde ese momento en Jesús el cielo ha quedado abierto para todos nosotros, y de Dios Padre sólo desciende el Espíritu de su Amor con estas palabras tan entrañables: “Tu eres mi muy amado”. El cielo abierto es el corazón abierto del Padre. El cielo abierto son los brazos abiertos de un Dios lleno de amor por sus hijos. El cielo abierto son las manos extendidas de todo un padre que te dice: “hijo/a mío déjame amarte”.

El bautismo de Jesús en el Jordán con las palabras de Dios-Padre “Tu eres mi Hijo amado”, vienen a condensar todo el significado del Bautismo. El Bautismo no es un acto social para invitar a comer a la familia, no es algo que “toca hacer” para que no le pase nada malo al niño. El bautismo es ese momento tan importante en la vida de una persona en el que entra a formar parte de una relación personal con Dios Padre, en el que se introduce a la persona en una historia de Amor incondicional, en una relación filial eterna e Padre a hijo/a que no acaba con la muerte. El bautismo es la entrada en la gran familia de Dios (que en esta vida la llamamos Iglesia).

El bautismo que recibo de niño no puede ser entendido como la culminación de un proceso y que sólo me exigirá la asistencia a misa todos los domingos y ser mas o menos bueno con los demás. El bautismo es una identidad a madurar, el bautismo necesita ser renovado constantemente, es un estilo de vida comprometida con los demás, es un deseo por conocer y formarme en la fe, es un participar activamente en la Iglesia, es buscar como puedo servir a mi Iglesia, mi nueva gran familia. Unas preguntas para reflexionar: Si el bautismo significa algo para nuestra vida de fe ¿qué importancia le doy? ¿qué hago para entender lo que significa? ¿cómo puedo vivirlo con más conciencia?

(Para una mayor reflexión ver del Catecismo de la Iglesia Católica los números del 1213 al 1274)

8 ene 2011

REFLECTION Sunday´s Gospel

Feast of the Lord’s baptism (9 January 2011)

Fr James McTavish FMVD

Don’t be afraid to dive in!

There was an advert in the papers for Procrastinators Anonymous. It read “Meeting tomorrow at 3pm. Are you coming? Yes or maybe not.” Every person experiences times when they need to make decisions. Sometimes they are easy and at other times difficult. Often we do not know exactly what the outcome will be. I was talking to one man this week and he is not sure whether to change his job or not. For sure these issues need to be discerned carefully. To weigh up the pros and cons, the advantages and disadvantages, to pray, to seek good counsel. Even St Ignatius advised to place yourself at the last moment of your life and look back over your life and see what you would wish you had have done. After all this one may feel that it is indeed the correct course of action. Then what? You gotta dive in!

In the baptism scene in today’s gospel Jesus takes the plunge. He shows us the way. Actually he should never have been in that line of sinners. John the Baptist was giving them a baptism of repentance. John was confused why Jesus, being the sinless one, needs to be baptized. The evangelist records “John tried to prevent him, saying, “I need to be baptized by you, and yet you are coming to me?” Jesus said to him in reply, “Allow it now, because we must do this if we would fulfil all of God’s demands” (see Matt 3, 13-17).

Often God will ask us to take small steps. Are we faithful in the small details of his will? Many times we want to know what will happen and we do not take the step. But think of a car on a journey. It lights only light up the immediate way in front of it. It would be unthinkable, impractical and surely dangerous if it lit up the whole way to the destination. All that is needed is to light up the immediate pathway. That is why Jesus tells us “walk while you have the light” because the light with be you only a short while (John 12, 49). To follow the inspirations trusting in God.

After Jesus came up from the murky waters it was then that he got the confirmation. Then and only then! “After Jesus was baptized, he came up from the water and behold, the heavens were opened for him, and he saw the Spirit of God descending like a dove and coming upon him. And a voice came from the heavens, saying, “This is my beloved Son, with whom I am well pleased.” It is a manifestation or epiphany of the Trinity. In fact in some Eastern churches, the Feast of the Epiphany is celebrated not by the Magi but by the Baptism scene as here the Father reveals who Jesus, the beloved Son, and this is confirmed by the presence of the Spirit. Often we see a dove released at weddings here in the Philippines as a sign of the Spirit which will unite the couple in love and guide them to be faithful to each other. Often taking a step, the confirmation comes later. I was always inspired by the testimony of the founder of AppleMac computers (and later Pixar animations), Steve Jobs. He was a college drop out but the one class he attended was Japanese calligraphy. There he learned about the beauty of aesthetics from the Japanese characters. Later he used that knowledge to design the Apple Mac computers. In our lives we see these moments that would later define us.

As an adventurous 20 year old medical student, I went backpacking with friends in our summer break to Asia. I fell in love with this vast continent, struck by the sights and sounds that conspire to inspire in this paradise of paradox (those last words are not mine but were in my guide book for Thailand. I still remember them more than 20 years later as I used to put them on postcards to send back to my friends so that I would sound so literary and arty!) If I am assigned in the Philippines today it is because the seed for Asia was planted all those years ago.

Entering into the unknown we need that certainty that God is with us. He will manifest his presence but at times we need to dive in and then God confirms on the way. As George Michael would sing “you gotta have faith.” Hope is also a great travelling companion even when all around seems grim and grey. As Max Ehrmann said “With all the sham, drudgery and broken dreams, it is still a beautiful world.” How do we see the world around us? It is still beautiful or has it become grey by our cynicism, dull from our lack of hope, uninspiring because of our lack of faith. Jesus never lost the vision that it is a beautiful world. You can imagine him singing many times “And I think to myself, what a wonderful world!” He is not afraid to dive in, to go for it. No one will stop him. His entrance into the Jordan is his entrance into a suffering humanity. His baptism is his passion and death, and of course his resurrection. In Luke 12, 49 he says “I have a baptism to undergo and what anguish I have until it is accomplished.” The baptism is his suffering and death. How great is Jesus that he does not love faith, hope and love in suffering. How easy to give up when things are not clear! But our Lord goes ahead and opens the way. Pope John Paul II commented that the passion of our Lord was a a kind of immersion in suffering redemptively accepted for the salvation of all.

Let us ask for the grace of courage, to be filled with the Spirit, not of timidity but of power, love and self control. May we have the courage to do God’s will, to not be afraid to dive in and not to expect all the guarantees until we do so. God is faithful and will not abandon us halfway. When Jesus came up from the water then he got the accolades – Lord increase our faith, may we be faithful to what you are asking us and be sensitive to the many signs you give us along the journey. Amen.

2 ene 2011

12 pasos para empezar con "mal pié" el año nuevo 2011


1. Busca algo negativo y agarraté a ello.
2. Haz montañas de pequeños granos de arena.
3. Evita gente alegre y positiva.
4. Habla con personas negativas sobre las injusticias que ves a tu alrededor.
5. Date prisa para acelerarte siempre que puedas, y si es posible con cosas de poca importancia.
6. Nunca leas cosas divertidas y no escuches bromas o chistes. Y sobre todo: No te rías, pues no hay nada que sea divertido.
7. Considera como la vida podría ser maravillosa, sólo si las cosas no fueran como son.
8. Llama a alguien que te ha hecho daño en el pasado y busca como vengarte.
9. Dedícate a arreglar aquello que te desagrada, y busca a alguien que quiera ayudarte.
10. Busca razones para la autocompasión, pero buenas razones!
11. Si te sientes mal no hables de ello, guárdatelo para dentro.
12. Échale siempre a otros la culpa de tus problemas… da igual a quien sea!

La Palabra es la promesa que nunca falla

La Palabra es la promesa que nunca falla (Juan 1, 1-18)

(P. Luis J. Tamayo)

“La Palabra en el principio estaba junto a Dios. Por medio de la Palabra se hizo todo, y sin ella no se hizo nada de lo que se ha hecho. En la Palabra había vida, y la vida era la luz de los hombres. La luz brilla en la tiniebla, y la tiniebla no la recibió. (…) Al mundo vino, y en el mundo estaba; el mundo se hizo por medio de ella, y el mundo no la conoció. Vino a su casa, y los suyos no la recibieron. Pero a cuantos la recibieron, les da poder para ser hijos de Dios, si creen en su nombre.” (Tomado del Evangelio de Juan capítulo primero)

Leer detenidamente estas expresiones: “Por medio de la Palabra se hizo todo.” “En la Palabra había vida.” “A cuantos la recibieron, les da poder para ser hijos de Dios.”

La Palabra de Dios es origen y fuerza de toda la creación, por medio de la Palabra se hizo todo… no hay más que recordar como lo explica el Génesis de una forma alegórica pero maravillosa. En la Palabra de Dios está la fuente de toda la vida. La misma carta a los Hebreos lo dice: La Palabra de Dios es eficaz y tiene fuerza en si misma. Es decir, que no sólo crea el universo y al hombre de la nada, sino que recrea y renueva a quien hoy acoge y escucha la Palabra de Dios.

Dime una cosa, cuando has escuchado una homilía sobre la Palabra de Dios, o leído un Evangelio, o meditado un texto sobre la Palabra… ¿acaso no has experimentado alguna vez que esa palabra te toca el corazón por dentro, te ilumina y te hace dar un giro en tu forma de concebir tu vida?

Ahora no se utiliza tanto la expresión “palabra de honor”, pero antiguamente cuando se hacía una promesa de palabra, esa palabra dada permanecía en el tiempo pues era una promesa. Así es la palabra de Dios, es la Promesa de vida dada a los hombres. Es Promesa por que no falla. Y no sólo en general sino a cada uno en particular.

He estado de misiones durante 8 años en Filipinas. Allí conocí a una mujer que la amputaron las piernas he iba en silla de ruedas. Se llamaba tita Angi. Una vez a la semana su familia la solía traer a nuestra capilla, la dejaba una horita y luego regresaban a recogerla. Un día ayudé a bajarla en la silla de ruedas a nuestra capillita donde teníamos al Santísimo. Allí la dejé, sentada delante del sagrario, y le puse la Palabra de Dios en las manos para tener algo que leer.

Al cabo de un rato regresé para ver que tal estaba. Y mi impresión fue tan grande cuando me la encuentro fuera de la silla, en sus muñones, pues casi no tenía rodillas con lágrimas en los ojos. Cuando la pregunto si estaba bien, me contestó. “Padre, lloro de alegría. El Señor es tan bueno… me llena de consuelo. No tengo nada de que quejarme”.

Uno pudiera quedarse sólo en el pesimismo de la amputación de las dos piernas de tita Angi, pero eso no es toda la realidad, es sólo una parte. La totalidad de la historia la marca las palabras que Dios pronunció en su corazón en esa tarde y que la dejaron llena de consuelo y lagrimas de alegría.

El testimonio de tita Angi me ayudó mucho a reflexionar. La Palabra de Dios es una promesa de vida y felicidad, es una promesa de consuelo en medio de las dificultades… “a cuantos la recibieron, les da poder para ser hijos de Dios, si creen en su nombre.”

La invitación de este primer domingo sería dejarse "impulsar por la Palabra" a lo largo de este nuevo año 2011.

La Palabra tiene fuerza y poder para renovar, restaurar, resucitar, reanimar... pero para ello uno ha de dar tiempo para escuchar la Palabra de Dios, leer la Palabra de Dios, meditar, rumiar, entender, alimentarse de la Palabra de Dios de forma personal o en la Comunidad parroquial. Yo tengo la experiencia de que es lo único que de verdad da fuerzas, vitalidad e impulsa a las personas a perseverar en vivir y transmitir el Evangelio.

Como bien sabéis yo he estado muchos años viviendo en Asia como misionero, y cuando pasan los años es verdad que uno se va adaptando e inculturizando, pero también es verdad que uno se da cuenta de la distancia cultural y el choque de mentalidad, la diferencia de pensar, etc. Recuerdo que hubo un momento que fue duro, a mi hermana en España le habían declarado un tumor, aun no se sabía que iba a ser benigno, yo estaba muy preocupado, luego coincidió que nos cerraron las puertas para un proyecto que teníamos, cogí una infección de estómago esas que solo las cogen los extranjeros, de repente todo se hacía muy pesado… Yo creo que todos hemos pasado alguna vez por algo de esto… no hace falta irse de misiones lejos, pero aquí mismo… llegar a un punto que uno no se entiende con su cónyuge, tener un conflicto en el trabajo, ver frustrado los planes de futuro, etc.

¿Qué es lo único que me dio fuerza y vitalidad para seguir hacia delante? Lo que leíamos antes: recibir el impulso de la Palabra, recibir la fuerza de la fe, entrar en silencio con esa lectura del evangelio y hacer oración con ese mensaje que has escuchado y te tocó el corazón. La Palabra es la promesa que nunca falla.