24 ago 2008

24/08/2008, Domingo de la 21ª semana de Tiempo Ordinario.

HOMILIA

Jesús en el Evangelio de hoy recorre tres pasos. Primero le pregunta a sus discípulos quien dicen otros quien es El; segundo Jesús les pregunta directamente qué dicen ellos de quien es El; y por último es El quien dirá quienes somos nosotros para Dios.

Jesús sabe que todos nosotros tenemos conocimientos adquiridos por otros de quien es Jesús. Desde las catequesis cuando éramos pequeños, hasta las homilías que escuchamos o un libro que leemos, mas o menos quien no usa las definiciones de otros para decir quien es Jesús. Por eso Jesús pregunta a los discípulos “¿Quién dice la gente que es el Hijo del Hombre?”.

Pero Jesús da otro paso y desvela su interés por que nosotros podamos definir con nuestras propias palabras nuestra experiencia personal de quien es El para “mi”. El quiere saber que experiencia personal tengo yo de El. ¿Cómo definiría yo quien es Jesús en mi vida?.

En el evangelio Jesús les preguntó: “Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?”. Ahora no es lo que yo se que otros dicen, a Jesús le interesa saber que es lo que yo digo...

Así que Pedro muy atrevido contesta: “Tu eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo”. Y es así como Pedro entendió quien era Jesús para él. El Mesías, su Salvador, quien le rescató de una vida pequeña de pescador de peces con muy poco horizonte a una vida nueva fascinante de un horizonte mas amplio de pescador de hombres, de servidor de otros, de creador de comunidad con otros.

El salmo 62 me vale para decir quien es Jesús para mi. Señor tu eres mi roca, mi salvación y mi fuerza. Jesús tu eres quien da sentido a mi vida, a mis esfuerzos, a mi perseverancia, a mi vocación. Jesús tu eres mi fuerza cuando me canso, tu eres mi roca cuando dudo. Jesús perseverar en una sociedad laicista no es fácil, pero es aquí donde tu eres mi motivación, mi razón de ser, mi entusiasmo, mi energía, mis ganas de vivir y mi ilusión por seguir siendo sacerdote.

Al final del Evangelio Jesús, muy inteligente, quiere llevarnos a lo mas profundo, a entender quien soy yo para El. Jesús dice en el Evangelio: “Ahora te digo yo: Tú eres Pedro, y sobre ti edificaré mi Iglesia...”. Es impresionante la mirada que Dios tiene sobre nuestra vida, así como vio en Pedro no al orgulloso Simon el pescador, sino a Pedro – la piedra – sobre el cual construirá la Iglesia, así mismo mira en cada uno de nosotros la posibilidad de ir construyendo una Iglesia mas viva y dinámica, una Iglesia mas atractiva y llena de espíritu. Pero para ello necesita que tú y yo podamos afianzar esta experiencia personal de quien es Jesús en mi vida.

Ahora Jesús te pregunta: “Y tú ¿Quién dices que soy yo para ti?”

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