1 ene 2011

Fiesta de María Madre de Dios


María, la mujer del ‘solo por hoy’

(P. Luis J. Tamayo)

Tenemos que aprender de la sabiduría de la Iglesia. Fijaos, hoy es día 1 de enero, y hoy es la fiesta de María, Madre de Dios. El comienzo del año 2011 empieza de la mano de María. ¿Qué nos quiere decir esta fiesta? Esta fiesta nos habla de la necesidad de cogernos de la mano de María para caminar hacia Jesús durante todo el año. El primer día del año se subraya la importancia de la Madre para la vida cristiana. Poco avanzaremos sino nos agarramos fuertemente a la Virgen.

Hoy es año nuevo. Normalmente el comienzo de un año se hace con nuevos compromisos, nuevos propósitos. Unos dirán: este año iré al gimnasio para bajar un poco de peso, este año sacaré más tiempo con los niños, este año le dedicaré más tiempo al Señor, etc. Mi propósito de este año es aprender a tocar la guitarra. A ver si para Diciembre os toco una canción…

Se suele decir: “Año nuevo vida nueva”. Pues más allá de aprender a tocar la guitarra, o dejar de fumar, el deseo profunde de todo hombre es renovarse por dentro: por eso lo de “vida nueva”.

Es importantísimo tener nuevos propósitos, nuevos sueños, nuevas metas, nuevas ilusiones. Esto es lo que dinamiza la vida, esto es lo que da sabor a la vida, es lo que nos mantiene jóvenes de espíritu. Esto habla de que uno está creciendo.

Pero cuidado! No dejemos que nuestras vidas se llenen de buenos propósitos, que luego no cumplamos. ¿Cuántas veces intuimos algo que debería hacer y al final no lo hago. El jueves pasado, el último del año, tuvimos en la parroquia un rato de oración delante del Santísimo . Por la tarde hablando con una persona le invité a participar de ese rato de oración. Me dice… ahora no puedo, estoy liado. A ver si el año que viene me organizo mejor y le dedico más tiempo al Señor.

Por eso la sabiduría popular es muy inteligente. Todos hemos escuchado: No dejes para mañana lo que puedas hacer hoy. Pues si uno va dejando para mañana las cosas, éstas, al final no salen.

¿Qué aprendemos de la fiesta de hoy? María es la mujer del momento presente. Ella nos enseña a vivir cada momento con intensidad. Ella un día en oración supo decir si al Señor sin dejarlo para mañana. Ella supo acoger los planes de Dios momento a momento sin dejar las cosas para mañana. Ella supo disfrutar del momento presente sin preocuparse por el mañana, pues sabía que Dios proveería para mañana lo necesario para vivir ese día. (Mt 6,25-34). Si es que cada día tiene muchas preocupaciones con la que luchar… para que voy a añadir las de mañana, o para que cargar con las del mes pasado. A veces nos pasa que uno tiene que hablar con una persona mañana y se queda tan ofuscado pensando en lo de mañana que se olvida de disfrutar lo bello del presente. O si te has enfadado ayer con alguien, no tenemos fuerza para dejarlo atrás y vivir centrado en el hoy… nos quedamos enganchados en el enfado de ayer.

Hay una oración de Madre Teresa de Calcuta que dice:

“VOY A PASAR POR LA VIDA UNA SOLA VEZ. POR ESO, CUALQUIER COSA BUENA QUE YO PUEDA HACER, O ALGUNA AMABILIDAD QUE PUEDA HACER A UN SER HUMANO, DEBO HACERLO AHORA, PORQUE NO PASARÉ DE NUEVO POR AQUÍ”

El Evangelio de hoy dice que “los pastores fueron corriendo a Belén y encontraron a María y a José, y al niño acostado en el pesebre. (…) María conservaba todas estas cosas, meditándolas en su corazón.” María miraba y disfrutaba de lo que estaba pasando a su alrededor. No se preocupaba por el futuro de ese niño, sino que confiaba que todo estaba en manos de Dios.

Nosotros gastamos muchas energías en pensar en el pasado y soñar con el futuro. A veces en positivo, añoramos que bueno fue el pasado o fantaseamos con un mejor futuro. Otras veces en negativo, pasando tiempo arrepentidos de algo que hice en el pasado o anidando miedos frente a lo que pueda pasar en el futuro.

Necesitamos pararnos y pensar en el presente. Meditar y conservar en el corazón las cosas que vivo en el hoy. Ayer ya pasó, mañana todavía no existe. Solo tengo el presente, la realidad está en el presente. Este momento presente es donde tengo que estar, es lo que tengo que aprovechar, es lo que tengo y por lo tanto es lo mejor que me puede pasar.

Pedir a María que nos ayude a vivir el momento presente. Vivir sólo por hoy. Acabo con el decálogo de la serenidad de Juan XXIII. (Sería ideal que lo colgaras en la puerta de la nevera de casa y lo rezaras cada día)

1. Sólo por hoy trataré de vivir exclusivamente el día, sin querer resolver el problema de mi vida todo de una vez.

2. Sólo por hoy tendré el máximo cuidado de mi aspecto: cortés en mis maneras, no criticaré a nadie y no pretenderé mejorar o disciplinar a nadie, sino a mi mismo.

3. Sólo por hoy seré feliz en la certeza de que he sido creado para la felicidad, no sólo en el otro mundo, sino en éste también.

4. Sólo por hoy me adaptaré a las circunstancias, sin pretender que las circunstancias se adapten todas a mis deseos.

5. Sólo por hoy dedicaré diez minutos de mi tiempo a una buena lectura; recordando que, como el alimento es necesario para la vida del cuerpo, así la buena lectura es necesaria para la vida del alma.

6. Sólo por hoy haré una buena acción y no lo diré a nadie.

7. Sólo por hoy haré por lo menos una cosa que no deseo hacer; y si me sintiera ofendido en mis sentimientos, procuraré que nadie se entere.

8. Sólo por hoy me haré un programa detallado. Quizá no lo cumpliré cabalmente, pero lo redactaré. Y me guardaré de dos calamidades : la prisa y la indecisión.

9. Sólo por hoy creeré firmemente – aunque las circunstancias demuestren lo contrario – que la buena providencia de Dios se ocupa de mí como si nadie existiera en el mundo.

10. Sólo por hoy no tendré temores. De manera particular no tendré miedo de gozar de lo que es bello y de creer en la bondad.

Puedo hacer bien durante doce horas lo que me descorazonaría si pensase tener que hacerlo durante toda mi vida.

No hay comentarios: